El compromiso de los empleados con la empresa aumenta más de un 6% la cuenta de resultados, y por lo tanto en el beneficio, gracias a la reducción del absentismo laboral en la plantilla y al índice de rotación interna no deseado.
Esta conclusión se extrae de los datos ofrecidos por la consultora de transformación organizacional, Watch & Act, y Cornerstone, líder mundial en digitalización de la gestión del talento, en el evento ‘El Compromiso: el gran motor de la transformación’, que tuvo lugar el jueves, 4 de octubre en las oficinas de Baker McKenzie.
Las empresas, que toman sus decisiones con base en construir relaciones basadas en el compromiso entre empresa y trabajador, reducen el índice de absentismo un 37%, la tasa de rotación interna no deseada un 65%, y permiten que los equipos fortalezcan la iniciativa en el día a día frente a las empresas que gestionan la satisfacción del empleado como parámetro decisivo.
Según los datos que ofreció Luis Fernando Rodriguez, CEO y responsable del área de personas y equipos de Watch & Act, “una empresa con un 5% de absentismo, si gestiona el compromiso y reduce éste en un 37%, si tuviera 10.000 empleados y 100 millones de euros de EBITDA, aumentaría de manera directa éste en 6 millones, es decir, un 6%. Pero si tuviera, por ejemplo, 1.000 empleados una rotación de perfiles de alto performance de un 20%, el impacto sobre su EBITDA sería de un 13% más”. Y concluye que el problema del sector empresarial es que “los directivos pensamos sólo en las ventas y en la reducción de gastos, pero el compromiso aporta un impacto en los resultados. Y de forma subyacente, donde la persona cobra un protagonismo que antes no tenía”.
En el evento participaron Begoña Villacís, Portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid y Secretaria de Política Municipal; quien analizó el compromiso desde la perspectiva sociopolítica con el ciudadano; Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra, quien analizó la gestión del compromiso desde el enfoque de su experiencia profesional en la dirección de grandes empresas, y Juan José Ávila, Coordinador General de la Orden Hospitalaria de los Hermanos San Juan de Dios, quien abordó el tema del compromiso desde la perspectiva social; convergiendo en las claves que hacen del compromiso algo perseguido desde sus tres ámbitos de actuación.
“Lo importante del compromiso es poner el foco decisivo en la persona, pero de forma exigente, retadora, que le provoque ir más allá, dar pasos en terrenos desconocidos”, comentaba Rodríguez. “Podemos ponernos metas altas, ambiciosas, pero en el momento en el que dejamos de ver que lo importante son las personas, empezamos a perder el compromiso”, indicaba Villacís. En esta línea y desde un punto de vista empresarial, «obtener el compromiso de los nuevos profesionales se debe crear sobre bases nuevas. Las empresas debemos transformarnos y generar nuevas formas de trabajar que nos hagan más atractivas. Todas las iniciativas que podamos tomar en la empresa sólo se culminarán con éxito en el contexto de una transformación cultural completa, que debe iniciarse con el compromiso, el ejemplo y el liderazgo del máximo ejecutivo y de su equipo», comenta Abril-Martorell.
Por otro lado, se abordó la circunstancia de comprometer a una plantilla amplia y heterogénea, Juan José Ávila aportó los casos que ha presenciado en primera persona: “Tenemos diferentes perfiles compuesto por pacientes, médicos, enfermeros, economistas, ingenieros, etc. y con todos tenemos un plan para que todos conozcan, asuman y valoren la importancia de los valores cristianos para alcanzar la meta”. Una tesis que la portavoz de Ciudadanos comparte: “Sin duda, los valores son una de las claves de la generación de compromiso”.