La cantidad de fuentes tipográficas que se ofrecen en los distintos programas informáticos relacionados con la escritura puede parecer abrumadora. Pero solo unas pocas se consideran apropiadas para la actividad empresarial.
Para ello, el consejo principal es evitar fuentes tipográficas con adornos, curvas y diseños inusuales. Esto asegura que una carta de negocios sea fácil de leer y transmita profesionalidad.
La gran división: Serif vs. Sans Serif
Las fuentes generalmente se dividen en dos categorías: Serif y Sans Serif. Aquellas con pequeñas características de proyección o adorno son conocidos como Serifs. Los ejemplos incluyen Times New Roman, Garamond, Rockwell, Georgia, Didot y Bookman Old Style. Las fuentes que carecen de estas pequeñas características de proyección se llaman Sans Serif (del francés ‘sin’): Arial, Helvetica, Tahoma, Geneva, Avant Garde y Verdana son las más comunes.
La creencia generalmente aceptada es que las tipografías serif son mejores para el material impreso, porque las proyecciones sirven para guiar al lector a lo largo de la línea. Sin embargo, como el ojo no viaja en una línea suave al leer sino en saltos rápidos conocidos como ‘saccades’, este argumento es cuestionable.
Las fuentes Serif generalmente no se usan para texto que se debe leer en línea, porque en las pantallas de menor resolución las Serif pueden verse borrosas e inhibir la legibilidad. Sin embargo, algunas fuentes Serif, como Georgia, se han diseñado específicamente para mostrarse bien incluso en pantallas de baja resolución.
Entonces, ¿las fuentes Serif son más legibles que Sans Serif, o viceversa? En una palabra, no. Pregúntale a un diseñador gráfico o a un editor y es casi seguro que te den su opinión personal de una forma u otra, pero los estudios sobre legibilidad en general encuentran poca o ninguna diferencia.
La expectativa del lector, sin embargo, tiene un impacto en la legibilidad. Entrégale a alguien un informe de 50 páginas en una fuente Sans Serif y la falta de familiaridad puede dejarle perplejo/a. Del mismo modo, las personas no esperan leer ‘en línea’ fuentes de estilo ‘periódico de papel’. Si estás utilizando una como opción de estilo, solo asegúrate de que esté justificado.
Vale la pena señalar que, a medida que aumenta la calidad y la resolución de las pantallas digitales, es probable que esta distinción se desvanezca. Por ahora, sin embargo, permanece.
La Universidad de Hawai, Leeward Community, considera que los correos electrónicos y las páginas web se leen con más facilidad cuando se escriben con letras Sans Serif.
Por su parte, las fuentes Serif se aceptan cuando las cartas comerciales se imprimen, ya que las adiciones decorativas se distinguen fácilmente en el papel.
Times New Roman
Arial
Emparejar fuentes
Las fuentes de la misma ‘ familia ‘, como Lucida Sans y Lucida Bright, también a menudo funcionan bien juntas. Como regla general, no utilices más de dos fuentes en una página, a menos que estés seguro de que tienes una buena razón. Para variar, usa diferentes tamaños o estilos dentro de la misma familia.
Para algo que se leerá en línea, la opción de seguridad por defecto para el texto del cuerpo es Arial y Times New Roman para el titular. También se puede intentar Helvetica para el cuerpo y Century Schoolbook para los títulos. Para imprimir, si estás harto de Times New Roman, prueba Garamond para el texto del cuerpo y contrasta con Frutiger o Futura para los titulares.
La disponibilidad de fuentes varía en función de tu software y de si estás utilizando un PC o un Mac, así que, para obtener posibilidades, consulta listas de pares de fuentes y de combinaciones.
Opciones estéticas
La decisión final es una cuestión de juzgar cuál te parece más conveniente para tu mensaje. La gente puede tener opiniones muy diferentes sobre lo que «parece correcto», por lo que hay pocas reglas estrictas.
Generalmente, los tipos de letra Serif parecen más tradicionales y los tipos de letra Sans Serif parecen más modernos.
Piensa en la impresión que deseas dar. Ten en cuenta la audiencia prevista, su propia identidad de marca y de diseño. Las fuentes pueden tener personalidades muy distintas. La Helvetica, por ejemplo, es limpia, nítida y neutra. Gill Sans tiene un aire de los años 50 (la BBC lo utiliza). Times New Roman tiene un cierto sentido de ‘he utilizado la fuente predeterminada de Word ‘.
Ten en cuenta, sin embargo, que si la fuente que deseas no está disponible en los paquetes estándar y tienes que comprar una especial, es posible que tus lectores-si están leyendo en línea- no tendrán acceso a ella. En cuyo caso, su software o navegador usará una fuente sustituta y no se sabe cómo eso podría cambiar la presentación general. Así que, a menos que tu documento sea leído solamente en impresión o en PDF, utiliza las fuentes disponibles.