Cuanta más confusión sientas hacia una tarea, más probabilidades tendrás de realizar dicha tarea de forma ineficiente.
La claridad es una cualidad a veces menospreciada dentro de las organizaciones. Puede que su importancia no se pase por alto a propósito, puede que simplemente existan otras prioridades con las que lidiar en el día a día. Pero a pesar de todo esto, la claridad resulta ser un requisito fundamental a la hora de organizar y de actuar con eficacia y productividad.
Las empresas toman un gran número de decisiones a lo largo del día. Cada decisión es una oportunidad, pero también una posibilidad de perder el tiempo, estresarnos y cometer errores. Esto es muy normal en las reuniones donde las decisiones se toman de forma grupal. Si hay alguna actividad que no resulta del todo clara dentro del proceso de toma de decisiones, puede ser que las actividades posteriores carezcan de la efectividad necesaria.
Un proceso de toma de decisiones claro y efectivo aumenta la productividad en muchos niveles. Si sigues un buen proceso, seguramente tus decisiones serán aceptadas de mejor forma. Incluso, puede que las decisiones que no sean tan buenas sean apoyadas, aunque esto igual es anticipar mucho.
Piensa en todo el tiempo que se ha de emplear para llegar a un consenso a la hora de tomar decisiones en grupo, y sobre todo para sentirte escuchado. Es posible eliminar todo este tiempo y frustración mediante una proceso de toma de decisiones transparente.
No puedes solucionar un problema sin eliminar la causa. Aún así muchas personas tienden a buscar la solución antes de haber identificado la causa del problema. Por ello, la claridad es fundamental en todo el proceso:
- Claridad en la definición del problema.
- Claridad en las causas.
- Una clara confirmación de que la causa ha sido verdaderamente eliminada.
Los beneficios que esto puede traer son muy significativos, y no solo en términos de productividad.
La claridad lleva a la productividad, no se trata de estudios o de encuestas, se trata de sentido común. Es importante que las empresas sean conscientes de la importancia de tomar a la claridad como una ventaja competitiva, de que sean conscientes de la magnitud de esta cualidad.
Un destino claro abre la puerta a la acción, la especificación es la clave en muchas ocasiones. Si sabes exactamente lo que quieres conseguir, es mucho más probable que puedas poner los medios correctos para conseguirlo.
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