Adaptarse y actualizarse constantemente es un imperativo para todos los profesionales

Formación continua para mantener el atractivo laboral

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Actualizado 17 | 02 | 2025 06:00

Formación continua

En un mundo laboral cada vez más dinámico, las habilidades necesarias para mantener el atractivo profesional han evolucionado y continúan haciéndolo. Si en el pasado las competencias adquiridas al inicio de la carrera profesional eran suficientes durante toda la vida laboral, hoy en día, adaptarse y actualizarse constantemente es un imperativo para todos los profesionales, sin importar su sector o nivel de cualificación.

En primer lugar, es crucial reconocer que no solo los profesionales cualificados requieren una constante actualización de conocimientos y habilidades. Los trabajadores industriales, como electricistas, torneros, fontaneros o carpinteros también deben adaptarse a las nuevas tecnologías y métodos que surgen día a día. La revolución digital no solo afecta a los sectores más tecnológicos; todos los oficios se ven impactados por innovaciones que requieren una formación continua.

Las profesiones manuales y técnicas, que tradicionalmente no se asociaban a la innovación tecnológica, están experimentando una transformación sin precedentes. Hoy en día, los electricistas, por ejemplo, deben estar familiarizados con sistemas inteligentes, paneles solares y otras tecnologías relacionadas con la eficiencia energética. Los torneros y carpinteros, por su parte, deben manejar maquinaria CNC (Control Numérico por Computadora) y otras herramientas automatizadas que optimizan su trabajo y mejoran la precisión de los resultados.

Automatización

La automatización está cambiando los procesos industriales, y la robótica se está integrando cada vez más en las fábricas. Esto exige que los trabajadores en estos sectores adquieran habilidades tanto en programación como en el mantenimiento de máquinas y sistemas automatizados. Los que no se actualicen corren el riesgo de perder atractivo laboral, mientras que aquellos que se adapten verán nuevas oportunidades para prosperar en un entorno en constante cambio.

La gran mayoría de trabajadores necesitará algún tipo de formación básica para adaptarse a los cambios tecnológicos o en materia de sostenibilidad, además de para asimilar una cultura de trabajo en organizaciones más flexibles, diversas e inclusivas. Una minoría, sin embargo, necesitará un actualización más profunda y extensa para adaptarse a nuevas tareas especializadas o dominar el uso de herramientas innovadoras de mayor complejidad. Un estudio reciente de Randstad Research recoge que seis de cada diez trabajadores van a necesitar formación hasta 2027 en España, pero casi la mitad (44%) de los que necesitan esta actualización no podrán acceder a ella, básicamente porque no estará disponible.

La importancia de la formación y la actualización de habilidades se ve claramente con los siguientes datos: la economía española ha creado en los últimos quince años 2,5 millones de empleos con nivel educativo alto y ha destruido 2,8 millones de empleos con nivel educativo bajo, siguiendo la tendencia de los países de la OCDE. Entre 2023 y 2035 se espera que dos de cada tres (67%) puestos de trabajo requerirá un nivel educativo alto, frente al 29% que requerirá un nivel medio y sólo un 4% de nivel bajo.

La importancia de las softskills

Además de las habilidades técnicas, las softskills (habilidades blandas) se han convertido en un componente fundamental para cualquier profesional. Estas habilidades, que incluyen la capacidad de comunicación, trabajo en equipo, liderazgo, empatía, creatividad y adaptabilidad son esenciales en todos los sectores, tanto en los más cualificados como en los industriales.

Hoy en día, las empresas buscan empleados competentes en lo técnico, pero también capaces de colaborar eficazmente en equipos diversos. Las softskills se han convertido en un criterio esencial en los procesos de selección, ya que la capacidad para trabajar bajo presión, la resiliencia frente al cambio o la habilidad para tomar decisiones éticas son cualidades altamente valoradas en todos los sectores. Es por ello que no solo es importante la actualización de conocimientos técnicos, sino también el desarrollo personal y social de los profesionales.

A medida que las máquinas y la inteligencia artificial toman más protagonismo en tareas repetitivas o técnicas, las habilidades blandas adquieren aún mayor relevancia. El factor humano es lo que diferencia a los profesionales que no solo cumplen con su trabajo, sino que también innovan, lideran equipos y resuelven problemas complejos.

Las habilidades laborales del futuro no solo implican conocimientos técnicos, sino también una capacidad constante de adaptación. Las profesiones más tradicionales deben abrazar las nuevas tecnologías y formar a sus trabajadores para que puedan competir en un mundo digitalizado. Al mismo tiempo, las habilidades blandas se han convertido en una pieza clave para el éxito de cualquier profesional, independientemente del sector en el que se encuentren.

La formación continua y el desarrollo personal no son una opción, sino una necesidad. En un entorno laboral cada vez más exigente, quienes inviertan en su aprendizaje y evolución profesional estarán mejor posicionados para enfrentar los retos del futuro. La actualización constante de habilidades es la clave para mantenerse competitivo en un mundo laboral que no deja de cambiar.


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