La agencia Fitch estima que la Administración Trump representa un «riesgo» para la economía y para los fundamentos del crédito soberano al considerar que la política de Estados Unidos ha perdido previsibilidad con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, cuyas medidas «repentinas e imprevisibles» podrían afectar negativamente al crecimiento.
En una nota publicada este viernes, Fitch atribuye su advertencia a que la nueva Administración de Estados Unidos ha abandonado los canales internacionales de comunicación y relación establecidos, en favor de cambios «repentinos e inesperados» en las políticas norteamericanas que tienen efectos potenciales a nivel mundial.
La agencia estima que entre los «principales riesgos» que implica el mandato del nuevo presidente norteamericano se incluye la posibilidad de cambios «perjudiciales» para el comercio, la disminución de flujos internacionales de capital, un retroceso en el envío de remesas y la inestabilidad en los mercados financieros como consecuencia de confrontaciones entre responsables relevantes para la economía global.
«La materialización de estos riesgos constituiría un escenario desfavorable para el crecimiento económico, que ejercería presión sobre las finanzas públicas y que podría tener implicaciones sobre la deuda soberana», afirma Fitch, que añade que los incrementos en los costes de financiación exterior, o una menor disponibilidad de esta, junto a una depreciación de la divisas, también podrían afectar a las notas de solvencia de los diferentes Estados.
En este punto, los países cuya calificación crediticia está más amenazada ante el nuevo porvenir internacional, según Fitch, son aquellos que mantienen estrechos lazos económicos con Estados Unidos, como Canadá, China, Alemania, Japón o México, que ya han sido indentificados explícitamente por la Administración Trump.
Asimismo, la calificadora también apunta hacia Reino Unido, Países Bajos y Brasil por los elevados niveles de inversión directa extranejera procedente de Estados Unidos que presentan y hacia Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, puesto que reciben la mayoría de remesas desde el país norteamericano.
ASPECTOS POSITIVOS
No obstante, en el lado positivo, la agencia de calificación estima que el programa de Trump para impulsar las infraestructuras, la relajación del marco normativo y la rebaja fiscal pueden favorecer el crecimiento global, si no se incrementa la deuda y el déficit público del país.
En este sentido, una de las interpretaciones que maneja Fitch asume que, tras un periodo de cambios disruptivos para reorientar la dirección política de Estados Unidos, la nueva Administración adoptará un régimen empresarial coherente y favorable al comercio que impulsará el programa económico de Trump favoreciendo el contagio internacional.
Fitch aprecia que el pleno efecto de la batería de medidas ejecutadas por Trump desde su llegada a Washington no será perceptible «durante algún tiempo».