La estadística de desempleo provincial conocida hoy referente al mes de septiembre de 2017 (116 parados más, 1,59%) supone el segundo incremento consecutivo del paro, tras los 107 desempleados más que deparó el mes de agosto.
Por tanto, y a pesar de producirse en un contexto de subida generalizada del desempleo (0,72% en Castilla y León, 0,82% en España), es un mal dato que debe llevar a insistir en demandar medidas que estabilicen la creación de empleo más allá de componentes estacionales.
Estos últimos están muy presentes en la estadística conocida hoy, ya que, descontando el colectivo sin empleo anterior, es en el sector Servicios en el único en el que se produce un incremento del paro (127). En el resto de actividades se han registrado descensos: Agricultura (-23), Construcción (-13), Industria (-2).
Con todo, el descenso interanual del desempleo en la provincia sigue siendo uno de los más altos de la Comunidad y del conjunto nacional, con un porcentaje del -12,55% (1.602 parados menos que hace un año).
En cuanto a la afiliación al Régimen de Autónomos, también un dato negativo y también la quiebra de una tendencia positiva en los meses anteriores al verano. En agosto de 2017 en Segovia se produjo un descenso de 55 autónomos y en septiembre la caída ha alcanzado los 64 autónomos menos. El número total de autónomos en la provincia de Segovia desciende hasta los 14.820.
Habrá que esperar a ver cómo evoluciona el empleo en los próximos meses para poder confirmar o dar por superadas señales de cierta ralentización en el proceso de creación de empleo. FES espera que el avance en la recuperación del empleo continúe consolidándose en el otoño y no se vea afectada por situaciones de incertidumbre.
De cualquier manera, FES y CEOE insisten en la necesidad de destacar el valor del diálogo y la concertación social como las vías más adecuadas para profundizar en reformas dirigidas a adaptar la legalidad a la realidad de nuestro mercado laboral y de nuestras empresas y trabajadores.
Los esfuerzos deben centrarse en dotar a las empresas de estabilidad y de un marco normativo adecuado, impulsando medidas de flexibilidad que mejoren la competitividad y su capacidad de adaptación al ciclo económico, evitando que las cargas administrativas y el incremento de los costes laborales obstaculicen el crecimiento sostenido del empleo.
