La FER quiere manifestar la preocupación de las empresas y los autónomos riojanos por el aumento de los costes de la factura eléctrica y de los carburantes, que terminan afectando al índice de Precios al Consumo (IPC) y dañan gravemente la actividad y el crecimiento empresarial.
La Rioja registró un índice interanual de 2,2 puntos, la misma que la media de las regiones españolas, especialmente por la escalada de los precios de los carburantes. Sin embargo, los precios de agosto contabilizaron una rebaja de los precios textiles y del calzado por el habitual periodo de rebajas.
Los costes energéticos son excesivamente elevados y lastran la competitividad de nuestras empresas, que tienen que pagar unos precios muy elevados por mantener sus fuentes energéticas, sometidas a los vaivenes de los mercados. Este es uno de los costes fijos más importantes para las empresas, que lamentablemente afecta a otras inversiones e incluso a la creación de empleo.
En el caso de la factura eléctrica, la FER participa periódicamente en compras agrupadas de electricidad, para que las empresas puedan tener un precio más ventajoso y estable en el tiempo.
