El mes de septiembre ha registrado el primer estancamiento de los pedidos para exportaciones de la eurozona desde 2013, lo que ha afectado de forma negativa al crecimiento económico del sector manufacturero, según la primera estimación del Índice PMI Compuesto de septiembre, publicado este viernes por IHS Markit, que ha caído hasta los 54,2 puntos desde los 54,5 de agosto.
En concreto, aunque la actividad comercial del sector servicios ha repuntado hasta los 54,7 puntos (desde los 54,4 de agosto), la producción del sector manufacturero ha descendido hasta el peor dato en 28 meses, al situarse en 52,8 puntos, frente a la lectura de 54,7 de agosto.
El indicador adelantado muestra que la actividad comercial de la zona euro en su conjunto creció en septiembre al segundo ritmo más lento desde finales de 2016. En la misma línea, el volumen de nuevos pedidos recibidos fue el más débil desde octubre de 2016, mientras que los pedidos pendientes de realización aumentaron al ritmo más lento desde septiembre de ese mismo año.
En el sector manufacturero, la producción se expandió a su ritmo más lento desde mayo de 2016, mientras que los nuevos pedidos recibidos por las fábricas experimentaron el alza más débil desde febrero de 2015, principalmente porque los nuevos pedidos para exportaciones no registraron ningún crecimiento por primera vez desde junio de 2013.
«Las guerras comerciales, el Brexit, la debilitación de la demanda internacional, especialmente en la industria automovilística, la creciente aversión al riesgo y la ascendiente incertidumbre política dentro de la zona euro fueron factores que contribuyeron a la ralentización del crecimiento», ha detallado el economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson.
De su lado, la creación de empleo en el conjunto de los países que usan el euro como moneda común se mantuvo en máximos desde octubre de 2007. No obstante, debido a la ralentización de los nuevos pedidos, IHS Markit ha alertado de que existe la «posibilidad» de que se produzca una desaceleración en el crecimiento del empleo en los próximos meses.
«Las expectativas futuras continúan cerca de sus niveles mínimos de los dos últimos años, por lo que los riesgos a los que se afronta el crecimiento futuro parecen inclinarse hacia la baja», ha añadido Williamson.