Algunos proyectos empresariales nacen con vocación mundial, a juzgar por su base de clientes o su cadena de suministro. No obstante, llega un momento en el que los empresarios deciden dar el salto y acometer de manera más formal la entrada de su compañía en nuevas regiones del mundo e internacionalizarse.
Los nuevos mercados pueden ser un nicho de oportunidades tanto de crecimiento como de mejorar el servicio al cliente. También pueden suponer riesgos al tratarse de mercados saturados, de lento crecimiento o alta competencia. Es por ello por lo que la internacionalización debe ser planificada de forma minuciosa y no limitarse a seguir el camino emprendido por otras empresas.
Los empresarios deben analizar los mercados que les interesan y asegurarse de que pueden adaptarse a ese nuevo escenario. En la siguiente guía se detallan los factores clave para realizar una estrategia de expansión internacional encaminada al éxito.
A la hora de diseñar una hoja de ruta para crecer en nuevos mercados, se deben tener en cuenta siete factores claves antes de desembarcar.
- Elección del mercado
Casi 200 países es el abanico que tiene cualquier empresario para elegir dónde quiere llevar su compañía.No existe una estrategia perfecta o una respuesta clara a la hora de escoger nuevos mercados en lo que estar presentes. Ésta se suele apoyar a través de datos objetivos, por ejemplo con herramientas como Growing Beyond Borders de EY, o con las opiniones con expertos y organismos públicos como agencias de inversión de los gobiernos. - Productos y servicios
En algunos mercados es imprescindible adaptar los productos y servicios de las empresas que aspiran a operar en ellos. Este aspecto debe ser tenido en cuenta por los empresarios antes de entrar en el mercado en cuestión.Según Denisse Hummel, Director del área de Human Capital de EY, “hay que hacer una diagnóstico de partida que comienza con el propósito de la expansión y luego ir desarrollando el resto de implicaciones: barreras culturales o factores sobre el terreno a tener en cuenta”. - Financiación
Contar con un plan de financiación completo es imprescindible para tener en cuenta aspectos como las tasas impositivas del país en cuestión o los posibles incentivos que pueda haber a la hora de instalarse en la región. En ese momento, las empresas deberán decidir qué instituciones financieras ofrecen las mejores condiciones para acometer dicha expansión internacional. - Modelo operativo
La expansión internacional puede cambiar la manera en que una empresa es administrada.Los cambios en la cadena de suministro de determinadas pueden ofrecer ventaja: el negocio puede ser más rentable y se puede beneficiar de las economías de escala con unos costes medios de producción y exportación más reducidos al internacionalizarse a otros países. - Marketing y ventas
Los empresarios tendrán que decidir cómo venderán sus productos en el nuevo mercado, y si forjarán nuevas asociaciones en la región. En estas operaciones, el idioma supone una barrera evidente que deriva en diferencias culturales que pueden tener repercusión a la hora de plantear la comercialización en el extranjero. - Personas
Conseguir una combinación adecuada entre talento local y extranjero es un aspecto esencial.Las empresas que requieren de personal especializado deben buscar si el mercado en cuestión cuenta con el perfil de profesionales requerido. Puede que sea necesario invertir en formación de estas personas para ayudarles a entender la naturaleza y filosofía de su negocio. - Fiscalidad y regulación
Es imprescindible saber si la legislación vigente en un país es la adecuada para los planes de la empresa que quiere establecerse ahí. Hay que tener en cuenta las leyes sobre impuestos, la normativa de aduanas, las restricciones sobre importaciones, entre otras, para evitar posibles errores inesperados sobre la legislación local.
La internacionalización no es un ejercicio sin riesgos. Las estrategias mejor planificadas pueden acabar saliendo mal, y por lo tanto, los empresarios más exitosos, saben que los fracasos también suelen ser la base para obtener éxitos futuros.
La internacionalización debe ser entendida como una extensión natural del negocio, que viene acompañada de riesgos y recompensas.