CEIM Confederación Empresarial de Madrid- CEOE y el Consejo General del Notariado han organizado una jornada dirigida a los empresarios familiares de Madrid donde se han proporcionado las claves para que el proceso de la “transmisión patrimonial” se realice con éxito.
Durante la jornada, celebrada en la sede de CEIM, y en la que han colaborado la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, el Colegio Notarial de Madrid y la Fundación NUMA, se ha puesto de manifiesto que la continuidad de la empresa familiar tiene múltiples dimensiones a las que los empresarios y sus familias deben dar respuesta para conseguir que sus negocios y la cohesión de su familia perduren durante generaciones. En este sentido, el hito de la “transmisión patrimonial” es uno de los momentos más relevantes, por lo que una correcta preparación y gestión de este proceso ayuda a la continuidad de las empresas familiares, que suponen las tres cuartas partes del empleo privado y de la creación de riqueza en España.
Al hilo de ésto, José Ramón Sanz, presidente de la Comisión de Empresa Familiar de CEIM y presidente de la Fundación NUMA, ha recordado durante su intervención que el 99,6% de las empresas en España tienen menos de 50 trabajadores, lo que implica la importancia de cuidar esta parte del tejido empresarial.
Para José Ramón Sanz, “la continuidad de las empresas familiares es una tarea compleja y diaria que supone superar múltiples retos a lo largo de la vida”. En este sentido ha señalado que uno de los retos más relevantes es el del momento de la transmisión del patrimonio empresarial y de los patrimonios personales y ha animado a los asistentes a apoyarse en los notarios y en el asesoramiento que éstos prestan dentro de sus funciones para conseguir que todos los aspectos técnicos se realicen de forma óptima.
También recordó que en las empresas familiares no siempre los problemas son técnicos sino que también pueden ser emocionales, que pueden ser muy importantes y deben ser gestionados adecuadamente. En este sentido, destacó el valor de la figura del mediador para la resolución de los conflictos que puedan surgir durante el proceso.
Por su parte, el notario Segismundo Álvarez abordo durante su intervención el notario los diferentes problemas que plantea la transmisión de la empresa familiar, entre otros, las limitaciones derivadas de las legítimas, los costes fiscales, el papel del cónyuge del empresario o la sucesión en la dirección de la empresa. “Los notarios pueden asesorar al empresario en muchas de estas cuestiones y ayudarle a organizar una transición adecuada. Esto no se realiza solo a través del testamento, sino que se puede (y se debe) prever con antelación. Para ello hay que contemplar el régimen económico matrimonial a través de las capitulaciones matrimoniales, la posibilidad de adelantar la transmisión a través de donaciones y tener una estructura societaria adecuada a las circunstancias”.
Segismundo Álvarez recordó que el notario, que tiene una especial preparación en derecho de familia, sucesorio y societario, “está particularmente capacitado para prestar un asesoramiento integral en estas materias”.
El notario Fernando R. Prieto mostró a los asistentes durante su intervención el funcionamiento de la mediación, y la forma en que ésta puede conseguir superar bloqueos y desencuentros internos en la empresa familiar y en la familia empresaria. El notario destacó también la compatibilidad de su función, como profesional externo a la empresa, con la de los asesores de la misma, pues no es su labor el valorar ni sugerir soluciones, sino propiciar un marco en el que los interesados las encuentren. Para el notario “es imprescindible que el mediador genere confianza y siempre tenga presente el valor de confidencialidad en esta forma de encauzar estos conflictos. Y explicó los requisitos que debía reunir un mediador para ejercer eficazmente su difícil función en este ámbito.
Por último, Fernando R. Prieto explicó la utilización preventiva de este procedimiento en la elaboración del protocolo familiar, como medio idóneo para compensar su escasa fuerza vinculante. Y puso en valor la aportación de estas técnicas al servicio de la construcción de un modelo de empresa familiar consciente que, además de su ventaja competitiva y potencial de creación de riqueza, destaque por su cohesión familiar en torno a unos valores compartidos.
