La Comisión Europea ha publicado hoy la edición de 2017 de su estudio anual sobre la evolución social y del empleo en Europa (ESDE).
La edición de este año confirma las tendencias positivas en el mercado de trabajo y en el ámbito social, así como un crecimiento económico constante. Con más de 234 millones de personas que tienen un puesto de trabajo, el empleo en la UE nunca ha sido tan elevado como en la actualidad, y la tasa de desempleo es la más baja desde diciembre de 2008. Desde 2013, se han creado diez millones de puestos de trabajo en la UE. Sin embargo, más allá del progreso social y económico general, los datos revelan que las generaciones más jóvenes soportan una carga particularmente elevada: suelen tener más dificultades para encontrar trabajo, están más expuestos a formas de empleo atípicas y precaria, incluidos los contratos temporales, lo que puede dar lugar a una menor cobertura de protección social. También es probable que reciban pensiones más bajas, respecto a los salarios. Por eso el estudio ESDE de 2017 se centra en la equidad intergeneracional: tenemos que asegurarnos de que todas las generaciones puedan beneficiarse de la actual evolución económica favorable.
Marianne Thyssen, comisaria de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral, ha manifestado: «El presente estudio anual pone de manifiesto una vez más que nos encaminamos con determinación hacia un mayor crecimiento y empleo. Sin embargo, es posible que los jóvenes de hoy y sus hijos acaben teniendo una situación peor que la de sus padres. Esto no es lo que queremos. Es necesario actuar con rapidez. Con el pilar europeo de derechos sociales queremos preservar y mejorar nuestra normativa social y nuestras condiciones de vida para las generaciones futuras. »
El informe muestra que, a pesar de una mejora constante del nivel de vida en la UE, los jóvenes no se benefician de esta evolución positiva tanto como las generaciones de más edad. Además, a lo largo del tiempo la participación de los grupos de edad más jóvenes en la renta del trabajo ha disminuido. Estos retos afectan a las decisiones de las parejas jóvenes, incluso en lo que respecta al hecho de tener hijos y de comprar una casa. A su vez, esto puede tener consecuencias negativas sobre las tasas de fertilidad y, en consecuencia, sobre la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y el crecimiento.
Se prevé que la población en edad de trabajar disminuya un 0,3 % cada año hasta 2060. Esto significa que una mano de obra menos numerosa tendrá que mantener el actual camino hacia el crecimiento. También significa que, al mismo tiempo, un número menor de contribuyentes cotizará a los sistemas de pensiones —en muchos casos con cotizaciones inferiores o irregulares, ya que no corresponderán a un trabajo a tiempo completo ni/o a un trabajo clásico—, mientras que más pensionistas dependerán de ellos. Por consiguiente, parece que los trabajadores jóvenes de hoy y las generaciones futuras se enfrentan a una doble carga resultante del cambio demográfico y de la necesidad de garantizar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones.
Siguientes pasos
Los responsables políticos pueden anticipar esos cambios y mitigarlos de varias formas. En primer lugar, tenemos que aprovechar plenamente nuestro potencial humano en el mercado laboral, activando y dotando a todos los grupos generacionales de las de capacidades adecuadas y velando por que haya un equilibrio entre la duración de su vida laboral y sus expectativas de vida. Los esfuerzos políticos dirigidos a un incremento de la fertilidad y a una gestión eficaz de las migraciones también pueden ayudar, así como el apoyo a la innovación y una mayor eficacia en los gastos de inversión destinados a las competencias y la formación de los jóvenes y de las personas de más edad.
Por último, los interlocutores sociales pueden contribuir significativamente a salvar la brecha entre los más jóvenes y los trabajadores de más edad a fin de promover un mercado laboral más justo para ambos. Esto incluye promover el aprendizaje permanente, conceder prestaciones de protección social y participar en el diseño y la ejecución de la legislación sobre protección del empleo y de las políticas activas del mercado laboral.
Antecedentes
En el estudio anual sobre la evolución del empleo y de la situación social se informa sobre las últimas tendencias en materia social y de empleo, y se exponen los retos futuros y las posibles respuestas políticas. Es el principal informe de la Comisión Europea que facilita datos y análisis y examina las tendencias actuales y futuras del mercado laboral.
En los informes anuales ESDE hay muchos ejemplos concretos de cómo la Comisión intenta responder a los retos planteados. Por ejemplo, el pilar europeo de derechos sociales sirve para orientar hacia unos mercados laborales justos y que funcionen correctamente. Está dirigido a garantizar que nuestros modelos sociales sean aptos para el siglo XXI, especialmente en el contexto del envejecimiento de la sociedad y la digitalización. Las iniciativas complementarias, como las consultas de los interlocutores sociales sobre la modernización de los contratos laborales y el acceso a la protección social, tienen como finalidad clarificar las condiciones de trabajo y la protección social también para las modalidades de empleo atípicas.
Invertir en las personas y capacitarlas para que aprovechen las oportunidades de empleo de calidad es exactamente el objetivo de la «Nueva Agenda de Capacidades para Europa». Tiene por objeto apoyar el desarrollo de las competencias de los ciudadanos y prepararlos para los cambios en el mundo laboral.
Por último, los esfuerzos desplegados por la Comisión para reducir el desempleo en general, y el desempleo juvenil en particular, están dando sus frutos. Desde el punto álgido de la crisis en 2013, en la UE hay 1,8 millones menos de jóvenes desempleados y 1 millón menos de jóvenes que no tienen trabajo, ni educación ni formación (los denominados ninis). Con la prórroga de la Garantía Juvenil, la garantía financiera complementaria de la Iniciativa de Empleo Juvenil y la iniciativa recientemente presentada Invertir en la Juventud Europea, la Comisión pretende maximizar las posibilidades de los jóvenes en el mercado laboral.