El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes la normativa que extiende una serie de derechos mínimos laborales a trabajadores con contratos de muy corta duración o a tiempo parcial, así como a empleos llamados «no convencionales», como aquellos a demanda o de plataformas en línea como Uber y Deliveroo.
Los eurodiputados han dado su visto bueno con 466 votos a favor, 145 en contra y 37 abstenciones al acuerdo preliminar alcanzado con los Estados miembros, que ahora tendrán un plazo de tres años para aplicar las nuevas reglas.
En concreto, la normativa obliga a las empresa a informar a sus trabajadores el primer día como norma general, y de forma excepcional dentro de los primero siete días, de las características fundamentales del contrato, entre ellas la descripción de las tareas, la fecha de incorporación, la duración, el salario y el horario.
Los trabajadores a demanda tendrán el derecho a un mínimo de predictibilidad en sus horarios mediante el establecimiento de horas y días «de referencia» predeterminados. Además, podrán rechazar, sin consecuencias, trabajos fuera del horario de referencia o a obtener una compensación si no se les notifica a tiempo la cancelación de un contrato.
De la misma forma, los empleadores no podrán prohibir, penalizar o impedir a sus trabajadores a demanda la firma de contratos con otras empresas siempre que sea fuera del horario laboral que ambas partes han pactado de forma predeterminada.
Otra de las novedades es que los periodos de prueba no podrán superar los seis meses o, cuando se trate de contratos temporales, un periodo equivalente y proporcional a la duración del mismo. Asimismo, si existe un nuevo contrato para el mismo puesto, éste no podrá volver a tener un periodo de prueba.
Estas normas, sin embargo, no afectarán a los trabajadores autónomos, por lo que Deliveroo considera que sus repartidores, o ‘riders’, quedan fuera de la aplicación de las mismas. La empresa, además, ha añadido en un comunicado que desea ofrecer más seguridad a los ‘riders’ con los que colabora, pero «de una manera que sea compatible con el trabajo flexible que les permita tener la libertad de elegir dónde y cuándo trabajar».
El responsable del informe aprobado por la Eurocámara es el eurodiputado liberal español Enrique Calvet, quien ha afirmado que la directiva es «el primer gran paso» hacia la aplicación del Pilar Europeo de Derechos Sociales».
«Todos los trabajadores que han estado en el limbo tendrán, gracias a esta directiva y a las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE (TUE), garantizados sus derechos mínimos. A partir de ahora, ningún empleador podrá abusar de la flexibilidad existente en el mercado laboral», ha enfatizado.