La vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, ha defendido este lunes ante un auditorio empresarial de más de 250 personas que «la estabilidad política cotiza en bolsa y en España ha empezado a cotizar al alza».
En la clausura de la entrega del Premio Empresa del Año 2016 en la Llotja de Mar de Barcelona, ha argumentado que la estabilidad política «es un valor que cuando no se tiene se sabe lo que cuesta», y ha hecho referencia a un mundo desconcertado, según sus palabras, porque se habla de nuevo de proteccionsimo, y el populismo gana poder en lugares clave.
«El Gobierno español trabajará por la estabilidad, esperamos contar al otro lado con interlocutores como son ustedes», ha agregado, tras defender también continuar con las reformas.
Ha reivindicado que las reformas han permitido pasar de la crisis al crecimiento, y de la destrucción de empleo a la creación de puestos de trabajo: «Había problemas muy graves y se afrontaron de manera directa y efectiva», ha dicho, repasando casos como el del sistema financiero, la morosidad pública y privada, y la competivividad.
«Debemos seguir reformando si queremos seguir creciendo», ha aseverado, aludiendo a la formación y la inversión en I+D, sobre la que ha destacado que Cataluña es la comunidad autónoma que más fondos recibe del Estado por su capacidad y potencial, y también ha defendido infraestructuras como el Corredor Mediterráneo.
Santamaría se ha saludado brevemente antes de la entrega de premios con el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, que también ha participado en el evento y que ha destacado que la economía catalana «vive momentos esperanzadores».
Ha repasado el crecimiento del 3,5% en 2016, por segundo año doblando el crecimiento medio de la UE, y diversificado, con récord de inversión extranjera, de exportaciones y de turismo, y con crecimiento industrial.
Ha afirmado que «es una economía que demuestra fortaleza, robusta, que contribuye con el esfuerzo de todos a un buen comportamiento de las finanzas públicas», y ha incidido en que Cataluña ha sido capaz de salir de situaciones difíciles en el pasado y lo seguirá haciendo en el futuro.
El Premio Empresa del Año 2016, impulsado por El Periódico de Catalunya con el patrocinio de Banco Sabadell, ha reunido a más de 250 empresarios de compañías nacionales e internacionales, incluyendo las principales empresas catalanas, así como a representantes de entidades empresariales catalanas.
En la cena con motivo de los galardones, Santamaría estaba sentada frente a Junqueras en una mesa presidencial rectangular, y a su lado estaban el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, y el de Banco Sabadell, Josep Oliu, mientras que junto a Junqueras estaban el presidente de Grupo Zeta, Antonio Asensio, y el de Seat, Luca de Meo.
Como representantes institucionales, también han acudido la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; las conselleras Meritxell Borràs y Dolors Bassa, y el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros.
En un discurso al final de la gala, Forcadell ha celebrado que este premio ayuda a hacer visible la vitalidad de las empresas en Cataluña, desde los emprendedores a las compañías que se internacionalizan, y ha aprovechado el auditorio empresarial para pedirles «que se impliquen más» en objetivos sociales.
Ha puesto el ejemplo de la reforma horaria para compaginar la vida laboral y familiar, y de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres: «Las empresas no son solo negocio, son las personas que trabajan en ellas, y todos queremos que tengan un futuro mejor y una vida mejor».
El director de El Periódico, Enric Hernández, ha aprovechado la apertura del evento para pedir a los representantes públicos anteponer «la cooperación leal» a la batalla política.
El premio Empresa del Año 2016 ha recaído en la compañía de telecomunicaciones Cellnex Telecom, cuyo presidente, Francisco Reynés, ha agradecido el reconocimiento y ha afirmado que están cumpliendo los tres objetivos de su nacimiento: ser un actor internacional relevante, ser un operador neutro referente, y mantener la sede en Barcelona.