Manuel García-Izquierdo | Presidente de la Confederación Española de Comercio CEC

Esperanza, confianza y responsabilidad

Actualizado 13 | 07 | 2016 12:52

Artículo de opinión de Manuel García-Izquierdo

Esperanza, confianza y responsabilidad. Tres palabras que perfectamente se pueden aplicar al sentir mayoritario de los comerciantes españoles.

Esperanza, confianza y responsabilidad en que, de una vez por todas y sin que se dilate en demasía, nuestros representantes políticos tomarán la acertada decisión de conformar Gobierno y acabar así con una inestabilidad que nos está perjudicando a todos.

Esperanza, confianza y responsabilidad en nosotros mismos como comerciantes. Porque  somos optimistas por naturaleza y estamos seguros de que alcanzaremos las metas que nos hemos propuesto.Metas que suponen cumplir con nuestra obligación social, respondiendo como siempre hemos hecho a las necesidades de los consumidores.

Esperanza, confianza y responsabilidad ante los grandes retos que nos aguardan.Seguimos convencidos de que, si se dan las circunstancias propicias, nuestro sector conseguirá remontar, obtendrá una recuperación real y empezará el 2017 con buenas perspectivas.

Como comerciantes, sabemos que tenemos ante nosotros un gran reto, pero estamos más que acostumbrados. ¿Cuándo no hemos afrontado una situación de cambio? ¿Cuándo las costumbres de los consumidores no han evolucionado?¿Cuándo no hemos tenido que lidiar con nuevos competidores? ¿Cuándo no se ha modificado (o han intentado modificar) el marco jurídico y legislativo? Cuándo y cuándo y cuándo…

El comerciante siempre ha sabido evolucionar y superar los nuevos retos que se le han presentado. Y, en esta ocasión,volveremos a estar a la altura de lo que se espera de nosotros.

No hay que olvidar que seguimos siendo un motor estratégico de la economía. Los datos de los últimos años así lo corroboran y, por poner un ejemplo reciente, tenemos los últimos datos de la Afiliación a la Seguridad Social (de mayo a junio el comercio minorista aumentó en más de 26.000 afiliados) y del ICM (en mayo se dio un 2,8% de crecimiento interanual de las ventas).

Siempre estamos y siempre estaremos, pero necesitamos que, lo antes posible,se establezcan unas líneas maestrasyunas garantías legislativasque nos permitan desarrollar nuestra labor empresarial y social con tranquilidad. Y no me refiero solamente a nuestro formato comercial, sino a todos los existentes. Todos somos necesarios y enriquecemos la experiencia del consumidor.

Tenemos una gran esperanza en que el nuevo Gobierno comprenda que somos un formato a mantener. Un sector que se caracteriza por ser el más numeroso; el que cuenta con más autónomos; en el que más jóvenes emprendedores comienzan su aventura; el que presenta mayor número de mujeres empresarias; donde se da más empleo femenino; el que configura la identidad de cada municipio… Somos, en definitiva, un valor imprescindible que no se puede dejar caer.

Por todo ello, cuando volvamos a tener un interlocutor con el que sentarnos, la máxima prioridad de la Confederación no será otra que la de defender toda las reformas que siguen pendientes y que nuestro sector requiere con urgencia.

Repasaremos con ellos el documento de 100 propuestas que ya entregamos hace unos meses a los partidos políticos, y entre las que destacan: Promover un modelo comercial competitivo y equilibrado entre los diferentes formatos; revisar y actualizar la legislación comercial; impulsar la innovación, nuevas tecnologías y comercio electrónico; apostar por la formación y calificación profesional del sector y favorecer el acceso de las pymes de comercio a la financiación bancaria.

También defenderemos la importancia del comercio en el Plan Nacional de Turismo de Compras (logrando que el comercio se constituya como un atractivo turístico en sí mismo); así como la necesidad de proteger nuestro patrimonio comercial y que se establezca una regulación específica para las nuevas fórmulas comerciales (como, por ejemplo, el formato outlet).

Finalmente, tampoco dejaremos de tratar un tema que consideramos prioritario y que tendremos que consensuar con otros formatos. Este no es otro que el de las rebajas. Ya han pasado cuatro años de la aplicación de un modelo que no ha satisfecho a nadie, y en especial a los consumidores. En su beneficio, necesitamos llegar a un consenso que vuela a colocar donde se merece la palabra Rebajas. Una palabra que tanto costo acuñar a nuestros antecesores y que con tanta facilidad se ha estropeado.

Termino como empecé. Esperanza, confianza y responsabilidad en que el Gobierno que llegue no elimine aquellos aciertos que se produjeron en la anterior legislatura. Que profundice en ellos, corrija desaciertos, genere estabilidad y sea sensible a todas las reivindicaciones del sector. Con esta Esperanza y esta Confianza, aspiramos a recuperar la senda del crecimiento y el bienestar de la sociedad. Y para ello pongo como garante la Responsabilidad de nuestros comerciantes.


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