El sector manufacturero español se aceleró en marzo, desmarcándose así de la contracción registrada entre las grandes economías de la zona euro, que a nivel general profundizó por segundo mes consecutivo la recesión de la actividad de sus fábricas, disminuyendo esta a mínimos desde abril de 2013, según los datos publicados por IHS Markit.
En concreto, el índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero de la zona euro se situó en marzo en 47,5 puntos, frente a los 49,3 del mes anterior, su peor lectura en seis años, después de que la actividad industrial empeorase en Italia, Francia y Alemania.
En el caso de España, el índice PMI manufacturero subió en marzo a 50,9 puntos, frente a los 49,9 de febrero, en contraste con el empeoramiento observado en Francia, donde bajó a 49,7 puntos, su peor lectura en tres meses, mientras que en Italia cayó a 47,4 puntos, en mínimos de 70 meses, y en Alemania se hundió a 44,1 puntos, su peor lectura en 80 meses.
«Los datos del PMI de marzo muestran que el sector manufacturero atraviesa el declive más pronunciado desde la crisis de deuda de 2012», declaró Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, señalando entre los factores que explican este deterioro las preocupaciones sobre la guerra comercial y el ‘Brexit’, así como respecto del empeoramiento de las perspectivas económicas en la zona euro y en los mercados de sus exportaciones, lo que ha dañado la actividad y la confianza.
La mala evolución del sector manufacturero de la eurozona obedece al deterioro de la demanda, puesto que los pedidos recibidos registraron en marzo su mayor caída desde finales de 2012, mientras que los pedidos para exportación experimentaron el mayor retroceso desde agosto de 2012.
De este modo, como consecuencia del deterioro de la producción y de los nuevos pedidos, se observaron signos de contagio al mercado laboral, ya que, a pesar del aumento de las plantillas registrado en marzo, este fue marginal y se registraron pérdidas de empleos manufactureros en Alemania e Italia.
Asimismo, las fábricas de la zona euro mostraron en marzo su preferencia por hacer uso de sus inventarios, lo que se tradujo en una fuera caída de su actividad compradora, que bajó a mínimos de los últimos seis años.
«Mirando a los indicadores de futuro, los riesgos se han intensificado y la tendencia podría empeorar en el segundo trimestre», advirtió Williamson.
ESPAÑA, AL BORDE DE LA PARÁLISIS
La actividad del sector manufacturero español se aceleró en marzo, según el índice de gerentes de compras (PMI), que se situó en 50,9 puntos, frente a los 49,9 de febrero, dejando así atrás la contracción gracias al ligero aumento de la producción, de los nuevos pedidos y del empleo.
«El sector manufacturero de España experimentó una leve mejoría en su índice PMI en marzo, pero las condiciones subyacentes continúan bastante débiles», indicó Paul Smith, analista de IHS Markit, alertando de que los datos «siguen sugiriendo un estancamiento del sector».
En este sentido, el experto destacó que el crecimiento del sector manufacturero se ve frenado por las dificultades del entorno internacional, en línea con la reciente desaceleración del comercio mundial, además de una demanda generalmente más débil de bienes de capital.
No obstante, la situación del sector manufacturero español contrasta positivamente con lo observado en Alemania, donde la contracción de la actividad en marzo fue mayor de lo esperado, registrándose una caída del PMI a 44,1 puntos desde los 47,6 de febrero, su peor resultado desde julio de 2012.
«Las cifras definitivas de marzo ofrecen una lectura incómoda, con una recesión del sector manufacturero mayor de lo estimado inicialmente», apuntó Phil Smith, economista de IHS Markit, quien destacó que la tasa de caída de las exportaciones recuerda la registrada durante la crisis financiera, con cada vez más empresas señalando la menor demanda a raíz del ‘Brexit’ y la incertidumbre relacionada con los problemas de la industria automotriz y el debilitamiento del consumo global.
En el caso de Francia, la actividad manufacturera empeoró en marzo a 49,7 puntos, frente a los 51,5 de febrero, volviendo así a terreno recesivo por primera vez desde el pasado mes de diciembre.
Por su parte, en Italia el deterioro de la actividad manufacturera se moderó, con una bajada del dato del PMI a 47,4 puntos desde los 47,7 del mes anterior, su peor lectura desde mayo de 2013.