La actividad del sector privado en España moderó su crecimiento durante el pasado mes de junio, convirtiéndose así en la única de las grandes economías de la zona euro donde las empresas frenaron su expansión, según refleja el índice PMI compuesto, que se situó en 54,8 puntos desde los 55,9 del mes anterior, registrando así la peor lectura del dato en los últimos 17 meses, según IHS Markit.
Por sectores, el PMI del sector servicios español bajó en junio a 55,4 puntos desde los 56,4 de mayo, ampliando a 56 meses consecutivos el crecimiento de la actividad, mientras que en el sector manufacturero el dato registró su peor lectura de los diez últimos meses, con 53,4 puntos.
«Si bien el estudio homólogo del PMI manufacturero ha mostrado una moderación del crecimiento frente al comienzo del año, el sector servicios ha sido capaz de mantener el impulso de crecimiento en gran medida», declaró Andrew Harker, analista de IHS Markit, señalando que «esto debería ayudar a impulsar otro aumento sólido del PIB durante el segundo trimestre de 2018».
En el conjunto de la eurozona, el PMI compuesto se situó en junio en 54,9 puntos, frente a los 54,1 de mayo, impulsado por las mejoras registradas en Francia, donde subió a 55 puntos, registrando su cota máxima en dos meses, así como en Alemania, con 54,8 puntos, su mejor lectura en tres meses, e Italia, que alcanzó los 53,9 puntos, su máxima en cuatro meses.
En el caso del sector servicios, el PMI de la zona euro subió a 55,2 puntos desde los 53,8 del mes anterior, registrando así su máximo de cuatro meses, mientras el dato manufacturero bajó a 54,9 puntos desde los 55,5 del mes anterior, su peor lectura en 18 meses.
Una lectura del índice PMI superior a 50 puntos indica expansión de la actividad, mientras que un resultado inferior a dicho umbral supone contracción.
De este modo, Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, destacó que el crecimiento económico de la zona euro «recuperó impulso en junio», cerrando el segundo trimestre con un resultado «respetable», que sugiere un aumento del PIB algo mayor del 0,5%.
«El repunte en el ritmo del crecimiento económico y el resurgimiento de las presiones de los precios respaldan la opinión del BCE de que el estímulo debería reducirse más adelante este año, pero los
datos de la encuesta también justifican el enfoque prudente del banco central con respecto a las políticas monetarias», añadió.