En una gran parte de países de la UE, las cotizaciones sociales de los empresarios tienen un peso importante en la recaudación de impuestos. El promedio de la Unión Europea se sitúa en un 17,8% de los ingresos fiscales en el año 2014, pero con considerables diferencias entre países, que van desde cifras superiores al 30% hasta el caso de Dinamarca, donde la Seguridad Social se financia mediante impuestos del Estado y de los municipios.
Estonia es el país con el mayor peso de las cotizaciones sociales de los empresarios en los ingresos fiscales con un 31,8%, figurando a continuación la República Checa y Lituania con cifras alrededor del 27%. Francia se sitúa en un 25,2% y Eslovaquia en un 24,6%. A España le corresponde el sexto lugar con un 24,4%. En términos de PIB, las cotizaciones sociales de los empresarios españoles llegan al 8,2%, frente a una media del 6,9% en la UE. Por detrás de España -con cifras en torno al 20%- están Italia, Rumanía y Letonia. Finlandia, Hungría y Bélgica se sitúan por encima del 19%, mientras que Chipre llega justo al promedio europeo.
Levemente por debajo de la media figura Alemania con un 17,2%. La cifra baja al 16% en Austria y supera el 14% en Portugal y los Países Bajos. Irlanda llega al 10,3%, Malta al 7,9% y Suecia a tan solo un 6,4%.