España ha logrado recuperar niveles precrisis en el número de vacantes de empleo por cada desempleado, aunque todavía existen dificultades a la hora de «emparejar» a los trabajadores con las características de los puestos de trabajo disponibles, según un informe de Asempleo y Analistas Financieros Internacionales.
El gran número de vacantes de empleo y las bajas tasas de paro llevaron a que en 2006 hubiera más de seis vacantes por cada 100 desempleados.
En 2012, con la crisis, esta proporción se redujo a 0,7 vacantes por cada 100 desempleados, pero la recuperación económica ha hecho aumentar de nuevo este dato: ahora hay casi tres vacantes por cada parado, lo que supone volver a niveles de 2008.
Por sectores económicos, las cifras son dispares. Información y Comunicaciones presenta la mejor proporción, con casi 24 vacantes de empleo por cada 100 desempleados, seguido de la Administración Pública (casi 20 vacantes por cada 100 parados), y las Actividades Profesionales (16 vacantes por cada 100 desempleados).
Asempleo subraya que el elevado número de vacantes en Información y Comunicaciones se debe en parte al proceso de transformación digital de la economía y a la posible falta de perfiles especializados en España.
En el caso de las Administraciones Públicas, su cifra de vacantes por desempleado se explica, según el informe, por la convocatoria de nuevas plazas en los últimos años que no se han cubierto o por los puestos para trabajadores interinos o sin plaza fija que quedan libres debido a la alta rotación.
HOSTELERÍA Y TRANSPORTE, A LA COLA
Frente a estos sectores, los que presentan el menor número de vacantes por cada 100 desempleados son la hostelería y el transporte, ambos con 2,4 vacantes por cada 100 parados.
En construcción existen seis vacantes por cada 100 desempleados, en Educación hay casi nueve vacantes por cada 100 parados; en el comercio la proporción es de cinco por cada 100 y en la industria manufacturera se registran 4,5 vacantes por cada 100 parados.
Asempleo resalta en su informe que los países europeos que tienen los mayores niveles de penetración de las empresas de trabajo temporal (ETT) presentan a su vez las proporciones más altas de vacantes por parado.
