España fue el cuarto país de la Unión Europea que más redujo el desempleo juvenil en enero de este año en comparación con el mismo mes de 2018, un total de 3,5 puntos porcentuales, pero ostenta la tercera tasa de paro en la población de entre 14 y 24 años, según se desprende del informe trimestral sobre empleo publicado este lunes por la Comisión Europea.
Grecia (5,2 puntos), Eslovaquia (3,9 puntos) y Portugal (3,6 puntos) fueron los socios comunitarios que registraron caídas del desempleo juvenil más pronunciadas que la de España en el primer mes de este año. Se incrementó, sin embargo en Malta (2,5 puntos), Estonia (2 puntos), Suecia (1 punto), Hungría (6 décimas) e Italia (4 décimas).
De hecho, Italia pasó a tener la segunda tasa más alta de paro juvenil del bloque comunitario, con un 33%, superando el 32,6% de España, ahora en tercera posición, y todavía por detrás del Grecia, que registró un 39,1% en noviembre de 2018 (últimos datos disponibles en el país heleno). Las más bajas, por contra, son las de Alemania (6%), República Checa (6,1%) y Países Bajos (6,5%).
En el conjunto de la UE, la tasa de desempleo entre os jóvenes se situó en el 14,9%, nueve décimas menos que en enero de 2019, mientras que en la eurozona se redujo 1,2 puntos para situarse en el 16,5%. En total, había 3,4 millones de jóvenes desempleados en el bloque comunitario, de los que 2,4 millones se encontraban en los países de la moneda única.
LA EUROZONA REGISTRÓ EL MEJOR DATO DESDE OCTUBRE DE 2018
Por su parte, la tasa de desempleo del conjunto de la población se situó en el 6,5% en la UE y en el 7,8% en la eurozona, en comparación con el 7,2% y el 8,6% observados, respectivamente, en enero de 2018. Esto datos suponen el porcentaje más bajo de la UE desde el inicio de la serie en enero del año 2000 y el mejor dato de la zona euro desde octubre de 2008.
El desempleo cayó en casi todos los Estados miembros, salvo en Dinamarca y Malta, países en los que se mantuvo estable. España registró la mayor reducción en términos absolutos (487.000 parados menos), pero Chipre fue el socio comunitario en el que más disminuyó el desempleo en términos relativos (2,7 puntos).
Por otro lado, el paro de larga duración, (un año o más sin empleo) se redujo medio punto porcentual en el conjunto de la UE en el último trimestre de 2018, hasta situarse en el 2,8%, Se esta forma, había 6,9 millones de parados de larga duración a finales del pasado año y 4,3 millones de ellos superaban los dos años sin trabajar.
En cualquier caso, la tasa de desempleo de larga duración cayó en todos los países del bloque comunitario excepto en Suecia, en el que se mantuvo estable. Grecia y Chipre fueron los Estados miembros con mayores reducciones, aunque el primer país sigue registrando la mayor tasa en este ámbito (13,1%). España, por su parte, continúa con la segunda tasa más alta de desempleo de larga duración, con un 6,1%.
CERCA DEL FRENAZO EN LA CREACIÓN DE EMPLEO
Sin embargo, la creación de empleo se ralentizó en el último trimestre de 2018, tanto en la eurozona como en el conjunto del bloque, con tasas de crecimiento del 0,3% y el 0,2%, respectivamente, que contrastan con la expansión del 1,2% observada en ambos casos en los últimos tres meses de 2017.
En cualquier caso, la tasa europea de empleo encadena 23 trimestres consecutivos de incrementos desde que registrase en el primer trimestre de 2013 su punto más bajo. Desde entonces, el empleo ha crecido, en términos absolutos, en casi 16 millones de personas en la UE y en 9,8 millones en la eurozona.
La UE, de hecho, alcanzó un nivel récord de empleo en el último trimestre del pasado año, con 240 millones de personas con un puesto de trabajo, de las cuales 159 estaban empleadas en países de la moneda única.
Además, el crecimiento del empleo a finales de año estuvo dominado por el «fuerte incremento» de los puestos de trabajo fijos (de 2,7 millones en comparación con el mismo periodo de 2017). En la misma línea, el número de contratos temporales cayó en 300.000 personas por primera vez desde el segundo trimestre de 2013.
No obstante, el crecimiento de la productividad laboral se ha ralentizado en los últimos años, tanto en la eurozona como en todo el bloque comunitario. En concreto, el crecimiento de la productividad interanual se situó en 0,1% en la UE y en el 0,3% en la zona euro.
Estos datos contrastan con el incremento de la productividad en Estados Unidos, que creció un 1,7% en el tercer trimestre de 2018, y con la importante caída del 1,5% en el caso de Japón en el mismo periodo.