El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos y el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, han coincidido en la importancia de avanzar hacia una «convergencia real» política y económica entre los estados miembros para no poner en riesgo a la Unión Económica y Monetaria (UEM) y al proyecto de la Unión Europea en su conjunto.
En este sentido, De Guindos señaló que es fundamental avanzar en un sistema de garantía de depósitos cuanto antes, así como en un sistema de respaldo de solvencia y de liquidez que permita afrontar los procesos de reestructuración y resolución en el ámbito del Mecanismo Único de Resolución (MUR).
Además, hizo referencia a la necesidad de completar la política monetaria única con una capacidad fiscal común, de forma que se pueda aplicar un ‘policy mix’ óptimo. Los avances en este ámbito llevarían aparejados claramente modificaciones institucionales, como la creación de un Tesoro Europeo o un Fondo Monetario Europeo, añadió el ministro español.
«Para llevar a cabo todo este proceso es necesario compartir soberanía entre los Estados miembros, que requiere avanzar en la legitimidad democrática», ha explicado De Guindos.
Por su parte, Le Maire ha hecho hincapié en la culminación de la Unión Bancaria, con un mercado de capitales común, que permita fortalecer el sector financiero a la vez que garantizar la protección de la zona euro frente a riesgos de desestabilización bancaria.
De igual modo, el ministro francés explicó que se requieren sólidas reglas presupuestarias que garanticen el cumplimiento del déficit por parte de los estados miembros, de manera que se pueda asegurar la estabilización macro de la zona euro.
Por último, los ministros español y francés han reiterado su compromiso de trabajar juntos a fin de tomar medidas concretas para completar la unión real de los Estados miembros y han señalado que a pesar de las reformas significativas puestas en marcha desde la crisis, «la arquitectura financiera de la zona euro aún se debe reforzar».
De Guindos ha concluido que «el impulso político y la recuperación económica que se está consolidando abren una ventana de oportunidad de corta duración para progresar en el fortalecimiento de la capacidad de resistencia de la Unión Económica y Monetaria».