El entusiasmo de emprender puede hacer que se pasen por alto aspectos legales fundamentales. Pero esos detalles pueden convertirse en problemas costosos a medio plazo. Evitar errores legales desde el principio es una forma de proteger tu proyecto y de transmitir confianza a socios, inversores y clientes. Una startup bien montada legalmente tiene más capacidad de crecer, recibir financiación y defenderse ante imprevistos.
Errores legales más habituales de las startups
- No formalizar la relación entre socios. Todo va bien hasta que deja de ir bien. Sin un pacto de socios claro (derechos, salidas, decisiones clave), los conflictos internos pueden bloquear la empresa o terminar en juzgados. Este documento debe incluir cláusulas de arrastre, derecho de adquisición preferente y distribución de participaciones.
- No registrar la marca a tiempo. Una marca sin registrar está desprotegida. Cualquiera puede adelantarse, incluso usando tu propio nombre. El registro cuesta poco, se puede hacer online en la OEPM, y evita dolores de cabeza futuros. Es también una señal de seriedad ante inversores y clientes.
- Ignorar la protección de datos. Cualquier web que recopile datos necesita cumplir con el RGPD: aviso legal, cookies, consentimiento, derechos del usuario… Saltárselo puede acarrear multas elevadas y pérdida de reputación. Usa textos legales actualizados y asesórate con un profesional.
- Desconocer la forma jurídica más adecuada. Crear una SL sin estudiar alternativas (autónomo, cooperativa, comunidad de bienes) puede tener implicaciones fiscales, operativas o de financiación. Evalúa bien en función del tipo de negocio, número de socios, previsión de ingresos y necesidad de inversión externa.
- No registrar la propiedad intelectual. Si has desarrollado software, diseños, contenido o productos propios, protege tu autoría. La propiedad intelectual es un activo que puede atraer inversión. El registro ante la OEPM o el depósito notarial son vías asequibles para garantizar tu autoría.
- No emitir facturas correctamente. Muchos emprendedores cometen errores en la emisión de facturas, IVA o retenciones. Esto genera problemas con Hacienda que se pueden evitar desde el inicio con una buena asesoría o software de facturación adaptado a normativa española.
- No tener contratos por escrito. Colaboraciones, encargos o trabajos freelance sin contrato generan inseguridad y dificultan el cobro o la defensa legal. El contrato define expectativas, plazos y condiciones. Una hoja firmada puede evitar meses de problemas.
- No definir bien la relación con proveedores y clientes. Condiciones de pago, plazos de entrega, garantías… todo debe quedar por escrito. Un contrato de condiciones generales es útil incluso para tiendas online. Las condiciones claras previenen conflictos.
- Prescindir de asesoramiento profesional. Intentar hacerlo todo sin abogado ni gestor puede salir caro. Una buena asesoría inicial ahorra problemas futuros. Hoy existen servicios online muy asequibles para startups que ofrecen packs legales básicos.
- No preparar la startup para la inversión desde el inicio. Cap table mal gestionado, participaciones sin documentar, confusión en propiedad intelectual… todo esto espanta a los inversores. Monta tu empresa como si ya fueras a recibir financiación. Ten en orden el libro de socios, acuerdos firmados y el control de tu equity.
Los errores legales no son inevitables, son evitables. Si montas una startup, hazlo con la base jurídica sólida desde el día uno. Es una inversión que protege tu esfuerzo y aumenta tus posibilidades de éxito.