El objetivo sigue siendo el mismo: que te llamen para una entrevista

Los 7 errores que puedes estar cometiendo en tu currículum

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Actualizado 17 | 06 | 2019 07:00

Errores currículum

La evolución continua que está viviendo el mundo laboral ha alcanzado también a los métodos de contratación. Ahora entregar el currículum y esperar a que te llamen ya no es suficiente. Hoy en día, si no cuentas con una carta de recomendación de tu anterior trabajo o con contactos que puedan recomendarte directamente, partes con muchas menos posibilidades de ser elegido que tus competidores.

Aunque el currículum sigue siendo la carta de presentación por excelencia, también la forma de redactarlo y de presentarlo ha cambiado. Gracias a plataformas online como LinkedIn, ya no es necesario que lo entregues en mano. Ahora puedes reflejar toda tu experiencia, habilidades y conocimientos de una forma mucho más fácil y rápida. El objetivo sigue siendo el mismo: que te llamen para una entrevista.

Es probable que, a pesar de haberlo intentado cientos de veces, no hayas llegado al objetivo del que hablamos. Especialmente en aquellos puestos en los que hay mucha competencia, un único error puede dejarte fuera. Para evitarlo, te dejamos los errores más frecuentes que tienes que evitar a la hora de hacer y entregar tu currículum.

  • Descuidar los detalles. El mayor error que se puede cometer es no prestar atención a los detalles, pues es lo que realmente marca la diferencia. En muchos casos son debidos a la pereza: no revisar lo suficiente el archivo. Abundan errores tipográficos, información obsoleta o poco relevante, fallos gramaticales, etc. No es aconsejable utilizar una letra muy pequeña o fondos con colores vivos y texto blanco (es cegador).
  • Longitud. Cuantas más páginas, más aburrido y tedioso. Debe ser conciso y breve. Se recomienda enumerar mejor que redactar; cuanto más entre por los ojos, mejor.
  • Obviedades innecesarias. Hay partes del documento que no necesitan presentación. Escribir “nombre”, “apellidos” y “fecha de nacimiento”, por ejemplo, antes de dar la información, es redundante y una carga de texto en la hoja innecesaria.
  • Malditas referencias. Las referencias son clave en un currículum. Permiten al entrevistador conocer de primera mano tu experiencia previa. A pesar de su importancia, muchas veces no se les saca todo el partido que se debiera. La mejor opción es adjuntar un PDF o un enlace con la URL de tu sitio de LinkedIn.
  • El manido “responsable de”. Es la forma más común de hablar de tus puestos anteriores pero, a la gran mayoría de entrevistadores, les repele y les transmite pereza. Esa expresión no indica realmente las acciones que se llevaron a cabo. Lo mejor es que te tomes unos minutos para explicar qué alcanzaste, y no dejarlo en lo que se esperaba que alcanzarías.
  • Clichés. Hay que desterrar, de una vez por todas, expresiones como “don de gentes”, “excelente trato al público”, “responsable”, “diligente”, etc.
  • Exceso de formalidad. Sin perder las formas, pero hay que demostrar naturalidad. Sé educado y cortés, pero no caigas en el exceso de grandilocuencia verbal.

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