Rubén Moreno es responsable de un centro de masajes y tratamientos de estética en Navarra, que puso en marcha en 2021, todavía en plena crisis de la pandemia. Es finalista en los IX Premios CEPYME, en la categoría Pyme o empresario autónomo por la inclusión laboral de personas con discapacidad.
Cómo decidió presentarse a los Premios CEPYME? ¿Qué condiciones reúne su empresa para concurrir a los mismos?
La motivación que me impulsó a presentarme a estos premios fue la del reconocimiento a mi trabajo y, sobre todo, al esfuerzo que este conlleva.
A lo largo del año 2022, he comenzado una serie de proyectos bastante importantes y con personas destacadas en sus ámbitos. En primer lugar, el centro de masajes Rubén Moreno colabora con Arturo Domínguez, deportista semi profesional del mundo del ciclismo, que este año, tendrá carreras muy importantes.
Por otro lado, hemos empezado a colaborar con el aspirante a Mr Internacional España 2023, que representará a Navarra en este certamen a finales del mes de mayo y principios de junio.
Además, asistiré a los eventos de ambas personas, acompañándoles en su desarrollo profesional y dándoles todo el apoyo necesario con mi trabajo.
¿Cree que el premio CEPYME 2022 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
Es una oportunidad excelente para que, como he dicho antes, se reconozca el trabajo que llevo haciendo durante años y que, además, dará muy buena imagen del centro de cara a nuestros clientes actuales y futuros, nuestros proveedores y posibles futuros inversores, que vean de mi trabajo algo interesante, diferente e innovador.
¿Cómo ha afrontado su empresa el incremento de costes y las consecuencias de la pandemia?
La pandemia fue un antes y un después para todos. Al igual que el resto, nos vimos en la obligación de cerrar nuestras puertas de manera indefinida y sin ningún tipo de ayudas, lo cual hacia mucho más difícil llevar la situación que estábamos viviendo. Durante esta etapa, estuve a punto de dejar todo, ya que no se podía trabajar y no había ninguna fuente de ingresos, pero aguanté hasta que abrí mi nuevo local en agosto del 2021, convirtiéndome en propietario del mismo.
La vuelta a la normalidad no fue nada fácil. De hecho, a día de hoy, sigo notando que hay personas algo más reacias que antes a disfrutar de un tratamiento de masajes en cualquier centro de este tipo, ya que se trata de un trabajo de contacto con el cliente y hay gente que tiene más respeto o incluso miedo a esto, tras lo vivido durante la pandemia.
Creo que el incremento de los costes que estamos viviendo con tasas de inflación que llegaron a superar el 10%, no ha sido nada fácil para ningún ciudadano y, en mi caso, estos incrementos han elevado los costes que conlleva en España ser autónomo.
¿Qué medidas han adoptado para afrontar esta nueva crisis provocada por la inflación y la falta de algunos suministros?
Viendo que esta situación se iba a alargar en el tiempo y los precios de la mayoría de los suministros necesarios para desarrollar mi actividad laboral, iban a incrementar su coste, lo que hice dentro del centro fue comprar por encima de lo necesario, ya que el material que utilizo tiene bastante duración en el tiempo, con una media de 2 a 3 años en muchos de los productos utilizados de mi gama de productos propia.
¿Han recuperado la actividad y resultados previos a la pandemia? Objetivos y principales retos de su empresa para los próximos años.
Antes de la pandemia los ingresos de cada mes eran más regulares y después de ésta ha habido meses que han sido mejores que algunos preCovid, y meses que han sido peores.
El objetivo principal de la empresa es crecer, pero siempre teniendo al cliente satisfecho con el trabajo realizado. El cliente es lo primero y me gusta que reciba el trato que se merece, por eso creo que es importante crecer pero sin dejar de dar el trato que merece cada uno de ellos.
¿Cómo han abordado en su empresa la inserción de personas con discapacidad?
En mi caso especial, al ser propietario- autónomo con discapacidad intelectual del 51% y único empleado del centro de masajes, no he podido contratar a nadie, por lo que el trabajo lo he realizado yo solo.
Sí que es verdad que en el centro hemos tratado con personas que tenían algún tipo de discapacidad y les hemos ayudado en todo lo posible como a cualquier otro tipo de cliente.
¿Qué cree que aportan al conjunto de la compañía?
Como he comentado anteriormente, mi caso es particular, ya que soy único empleado y propietario de mi centro de masajes y en este caso, soy yo la persona que cuenta con una discapacidad intelectual del 51%.
¿Tienen previsto incorporar a más personas en los próximos años?
Llevo tiempo pensando en incluir dentro de mi plantilla a personas que se encuentren en una situación como la mía y desarrollen la misma actividad laboral o estudios que le puedan facilitar el entrar a trabajar a mi centro de masajes, desde secretarios que puedan gestionar mi agenda, contabilidad o compra de material necesario y que puedan descargarme de trabajo del día a día a una persona ayudante que tenga conocimiento de quiromasaje o masajista.