María Teresa Rubio Algarra es la creadora de CoreVet, servicio especializado de cardiología y diagnóstico por imagen veterinario de animales de compañía itinerante, que inició su andadura en 2014 en la zona de la Serranía de Ronda y actualmente da servicio a más de 300 clínicas de Málaga, Cádiz y Córdoba. Es finalista en los Premios CEPYME 2021, en la categoría Empresario Autónomo del Año.
¿Cómo decidieron presentarse a los Premios CEPYME? ¿Qué condiciones reúne su empresa para concurrir a los mismos?
Vimos la publicidad en redes sociales y pensamos que nuestra empresa reunía los requisitos necesarios para optar a los mismos. A pesar de ser una empresa de servicios, trabajamos con más de 300 clínicas y compañeros, donde la gran mayoría son autónomos con clínicas de pequeños animales, por lo que, premiar nuestra misión sería visibilizar también a todos estos compañeros que han estado cuidando de la salud de nuestras mascotas todo este tiempo.
¿Cree que el premio CEPYME 2021 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
Por supuesto, sería una gran satisfacción y una puesta en valor del sector de la veterinaria, que es un sector sanitario muy importante, ya que cuida de la salud de nuestras mascotas, pero también de nuestros alimentos, el medio ambiente y el concepto onehealth, que con la pandemia de esta zoonosis, cobra más sentido que nunca.
¿Cómo ha afectado a su empresa la actual crisis provocada por la COVID-19?
Al ser considerado un sector esencial, no hemos parado nuestra actividad en la crisis. Al ser un servicio ambulante, tuvimos que gestionar documentación y permisos para seguir desplazándonos a pesar de las restricciones y no dejar a ningún animal sin atención.
¿Han empezado a notar la recuperación en su actividad y resultados?
Ha habido un incremento notable en la prestación de servicios veterinarios, hemos sido un sector que ha crecido en la pandemia. Al estar más tiempo en casa, confinados, los propietarios han sido observado más a su mascota y se han incrementado las consultas por alteraciones que antes, con nuestro ritmo de vida y el tiempo que pasaban los animales solos, hubieran pasados inadvertidos.
¿Cómo creen que les afectará el conflicto bélico en Ucrania?
Las guerras siempre traen incertidumbre, y no hay nada más cobarde que el dinero, por lo que la recesión de las economías, el incremento de los precios y todo lo que llevamos arrastrado estos dos años, no son buenas expectativas para cualquier empresa. Aun así, los servicios sanitarios son de primera necesidad y, por suerte, los propietarios de mascotas así lo han entendido. Queremos ser optimistas y pensar que esta crisis bélica sea lo más corta posible, así como sus repercusiones.
Objetivos y principales retos de su empresa para los próximos años
Nuestra visión de futuro es ampliar nuestros servicios a medios avanzados de imagen, contar con un equipo de compañeros para poder ampliar nuestra zona de actuación, ya que nos han solicitado los servicios en otras provincias, incluso en Ceuta y Melilla, así como ofrecer servicios de formación en imagen básica para compañeros de atención primaria.
¿Qué le impulso a desarrollar su actividad profesional como autónoma?
Tras más de 12 años trabajando en una clínica de pequeños animales, y tras una intensa formación de cursos, master y estancias en cardiología e imagen, llega un punto de inflexión en mi vida: soy madre. La conciliación es muy difícil cuando se tiene un horario partido y la maternidad nos hace a las mujeres transformarnos y dar lo mejor de nosotras, reinventarnos y sacar todo nuestro potencial.
Aposté por emprender, por parir mi otra idea, un servicio de diagnóstico por imagen y cardiología ambulante, donde los compañeros no tuvieran que invertir ni en equipamiento ni en formación y pudieran tener, en su propia clínica, sin que el paciente se desplazara, un especialista que les complementara su cartera de servicios.
Y creo que acerté. Tras más de siete años, hemos ido creciendo exponencialmente, la confianza de compañeros es nuestro principal valor de empresa, la disponibilidad, y sobre todo, un apoyo en casos difíciles donde poder compartir dudas, diagnóstico, así como solucionar problemas o buscar opciones.
Tenemos la suerte de contar también con compañeros donde remitir casos de intervencionismos, cirugías cardíacas, implantación de marcapasos o técnicas tan complejas que, hace poco tiempo, eran impensables en animales, por lo que la solución, si no está, siempre se busca.
¿Como ve la situación actual de los autónomos? ¿Cuáles cree que son los principales problemas que tienen para el desarrollo de su actividad?
La situación de los autónomos es compleja. Nos afecta mucho más cualquier cambio, cualquier incertidumbre económica, ya que nuestro colchón y músculo financiero es menor que en una empresa de mayor tamaño.
El principal problema puede ser algo que es una ventaja competitiva. Nuestro valor es intrínseco a nosotros mismos, pero eso se convierte en desventaja cuando aparece una incapacidad para trabajar y todo se para. La incertidumbre es algo que a nosotros nos afecta más, pero nunca cambiaría mi trabajo por uno estable y predecible en una oficina.
La emoción del día a día, el reto constante cada vez que me cuentan la reseña de un animal para intentar unir las piezas del puzle con mi ecografía, el desafío diagnóstico de un cachorro que no termina de ir bien o la revisión de ese animal que parece otro con el tratamiento que se le ha pautado, es lo que me hace cada día saber que no me equivoqué en mi decisión. Ser autónomo y llevar las riendas de mi empresa es algo que volvería a hacer, sin dudarlo.
