Jesús Esteban Barrio, es finalista en la categoría Empresario Autónomo del Año en la VI Edición de los Premios CEPYME.
¿Cree que el premio CEPYME 2019 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
El premio es un reconocimiento al trabajo hecho con ilusión y profesionalidad y que ha dado sus frutos, por lo que creo que tanto nuestros clientes actuales como futuros percibirán este premio como una prueba más para aumentar su confianza en nosotros y los diferentes servicios que ofrecemos.
También puede ser una gran oportunidad para que los inversores vean el verdadero potencial de crecimiento de la empresa y apuesten por nosotros, ¡sería genial!
¿Cómo decidió presentarse a los Premios CEPYME? ¿Qué condiciones reúne su empresa para concurrir a los mismos?
Hace dos años me presenté y lo veía como una oportunidad para mostrar este proyecto de emprendimiento social, que la sociedad lo conozca y ponga en valor la labor que realizamos. En aquella ocasión llegué a ser finalista.
Este año me vuelvo a presentar porque además de seguir supliendo las carencias del sistema educativo actual, la estructura empresarial ha crecido considerablemente, así como los proyectos y líneas de negocio que abarcamos, siempre buscando soluciones innovadoras que nos diferencien de la competencia.
Breve historia de su empresa
En 2014 hice el plan de empresa con mis alumnos para un concurso del instituto dónde trabajo (fuimos finalistas del mismo). Empezamos tres personas y ya el primer año tuvimos más de 150 alumnos. Desde 2016 tenemos nuestro propio local -que ya casi se queda pequeño- ya que, año a año, hemos ido creciendo de forma sostenida y hemos creado incluso un departamento de I+D para tener nuestros propios recursos y plataforma propia de aprendizaje.
Objetivos y principales retos de su empresa para los próximos años
Mantener los clientes en la escuela de pensamiento lógico y tratar de crecer en las otras líneas de negocio: formación a adultos, consultoría educativa y consultoría informática.
Además, empezamos otro proyecto apasionante. En este caso tiene que ver con el diagnóstico y tratamiento de adicciones con dispositivos móviles en el que usaremos inteligencia artificial.
¿Qué le impulso a desarrollar su actividad profesional como autónomo?
Tenía la idea desde hacía tiempo, pero el tener un trabajo estable hacía que no la llevara a cabo en forma de una empresa real.
Hubo un momento en el que se presentó la oportunidad y, gracias a la confianza y ánimo de muchas personas -especialmente mi mujer-, comenzó esta aventura.
¿Como ve la situación actual de los autónomos? ¿Cuáles cree que son los principales problemas que tienen para el desarrollo de su actividad?
Sin generalizar, hablaré de mi caso. Uno de los principales problemas es afrontar los costes fijos (luz, alarmas, alquiler…) y la cantidad de burocracia y deberes legales que se tienen que cumplir: aparte de los puramente laborales que lleva la asesoría, y es evidente que hay que cumplir, estamos obligados a cumplir una serie de normativas exactamente de la misma manera que si fueras una gran empresa: RGPD, prevención de riesgos, fichar entradas y salidas, …
Esta gestión obliga a invertir mucho tiempo, contratar a alguien o subcontratar dichos servicios, con lo que son recursos que no se dedican a la productividad de la empresa.