Gabadi es una empresa del sector naval, ubicada en A Coruña y dedicada a la habilitación naval para el sector militar y civil, incluyendo barcos de servicios (oceanográficos), de recreo y de turismo, como yates y cruceros, También fabrican tanques de tierra y barcos para el transporte de gas natural licuado. Tienen filiales en China y Canadá.
Antonio José Llago Hermida es el CEO de esta empresa, que es finalista en los Premios CEPYME 2023, en la categoría Pyme Desarrollo Internacional.
¿Cómo decidieron presentarse a los Premios CEPYME?
Es la segunda vez que nos presentamos, porque pensamos que siempre el aval de una organización neutral global, nos da un prestigio que ayuda a revalorizar la imagen de la empresa, de cara a clientes, proveedores, personal, y otros actores del sector.
¿Qué condiciones reúne su empresa para concurrir a los mismos?
Nos definimos como una pyme global, y esto es precisamente lo que nos permite concurrir a dichos Premios Pese a haber nacido como una microempresa, llevamos creciendo desde la constitución en el año 1989 teniendo presencia con implantaciones en diversos países del mundo.
¿Cree que el premio CEPYME 2023 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
Por supuesto, es una de las principales razones por la que nos hemos presentado a dichos premios, con el prestigio que ello conlleva.
Afrontar las crisis y los retos como oportunidades
¿Cómo ha afrontado su empresa el incremento de costes y las consecuencias de la pandemia?
En nuestro caso en particular es un tema no resuelto todavía ya que, al trabajar en sectores con proyectos a largo plazo, hay proyectos con una duración de 10 años que es preciso su ajuste, pero por otro lado, al encontrarnos tan diversificados, hay otros sectores como el energético en particular el LNG que fruto de la guerra se han visto favorecidos, habiendo este año consolidado la posición de liderazgo mundial en la reparación de buques LNG, siendo récord la asistencia a dichos buques. Nuestra empresa siempre ha tenido vocación de afrontar las crisis y los retos como oportunidades y ello nos incentiva a seguir trabajando.
¿Qué medidas han adoptado para afrontar esta nueva crisis provocada por la inflación y la falta de algunos suministros?
Diversificación, es la principal arma que hemos adoptado. La inflación en proyectos a largo plazo nos ha golpeado de una forma dramática, pero otros sectores como las reparaciones han trasladado de forma más rápida dichos incrementos. Por otro lado, hay sectores que se han visto beneficiados. Con respecto a los suministros es de destacar la existencia de stocks de seguridad que permitan acometer proyectos de urgencia a la mayor brevedad posible, sin depender de cadenas de suministro que en muchos casos se encuentran en lugares remotos y que también se han visto golpeados por el fuerte incremento de los precios de transporte, en estos momentos en estabilización.
¿Han recuperado la actividad y resultados previos a la pandemia?
Si, este año los igualaremos y estamos en la disposición en el año 2024 de superarlos.
Objetivos y principales retos de su empresa para los próximos años
Seguir incrementando día a día nuestra presencia internacional, con las dificultades poscovid, de la globalización, y un nuevo enfoque para los proyectos a largo plazo que nos permita ajustar los precios que han tenido una fuerte inflación. También estamos participando en nuevos retos energéticos, para los cuales formamos parte de proyectos de I+D sobre almacenamiento de hidrógeno.
La internacionalización requiere un esfuerzo añadido a una pyme
¿Cómo ha abordado su empresa el proceso de internacionalización?
Hace más de 15 años que estamos exportando productos al exterior, pero no ha sido hasta hace 10 años que nos hemos decidido a realizar implantaciones en el exterior, en particular en países tan diferentes cultural y económicamente como Canadá, China, Singapur, etc. Dichas implantaciones son para la ejecución de proyectos y no para la deslocalización de la producción, ya que nuestro afán es de permanencia y de competir con otras compañías locales.
¿Se han visto afectados sus planes de internacionalización por la incertidumbre geopolítica y las consecuencias del conflicto en Ucrania?
Si, estábamos trabajando en un proyecto muy importante en Rusia que hemos tenido que cancelar, por las sanciones provocadas por el conflicto. Esto ha provocado que tuviéramos que buscar nuevos mercados.
Principales obstáculos y beneficios
El ser una pyme y el tamaño que ello conlleva hace que la implantación en proyectos internacionales a más de 10 años exija un esfuerzo empresarial en tiempo y recursos. Esto hace que el proceso sea más lento de lo esperado y, en muchos casos, con dificultades añadidas, como la falta de recursos humanos y económicos que permitan asumir dichos retos. Por el lado de beneficios, hemos de destacar que el mayor es la diversificación y siendo el sector naval un sector cíclico hace que los incrementos de demanda y las bajadas de esta sean más fácilmente manejables, no siendo pues necesario una pérdida tan dramática de los recursos humanos que tan necesarios son para hacer transferencia de conocimiento en los lugares donde nos implantamos.
Expectativas de futuro en esta área
El sector naval militar está en un momento de crecimiento en todo el mundo por los conflictos existentes, lo cual hace que sea un buen momento de crecimiento, pero al mismo tiempo, nos encontramos con momentos de incertidumbre de inflación y de falta de recursos cualificados. Por lo tanto, hay que valorar y sopesar todo antes de una implantación internacional a largo plazo.
Por otro lado, en el sector energético sucede un poco lo mismo, nuevas fuentes de energía están surgiendo y sustituyendo a otras que han ganado peso por ser más limpias como el LNG, pero que tienen retos como su almacenamiento como sería el hidrógeno. Es el momento de invertir y apostar por dichas nuevas fuentes, y es por ello que nuestra mayor inversión en i+d+i se centra en estas.
España está avanzando en ser más independiente en el tema de tecnología militar como lo demuestra la entrega del Submarino S81 a la Armada, siendo uno de los más modernos en submarinos convencionales, y del que Gabadi ha sido un suministrador clave.