Cortijo Guadiana (Castillo de Canena) fue fundada en 2003 por Rosa y Francisco Vañó, cuyos antepasados se dedicaban a la olivicultura desde el siglo XVIII. Transformaron la empresa familiar de explotación de olivar y fabricación de aceites de oliva a granel en Castillo de Canena, una compañía moderna enfocada a la creación de una marca de AOVE (aceite de oliva virgen extra) de alta gama, a través de la innovación y la calidad y muy internacionalizada.
Francisco y Rosa Vañó son los fundadores de Castillo de Canena, empresa finalista en los Premios CEPYME 2024, en la categoría Pyme Eficiencia Energética y Sostenibilidad.
¿Cómo decidieron presentarse a los Premios CEPYME?
Decidimos presentarnos a los Premios CEPYME como una excelente oportunidad para demostrar y validar de manera objetiva e independiente nuestro compromiso con la excelencia, la innovación y la sostenibilidad dentro de nuestro sector, el de la producción y comercialización de aceites de oliva vírgenes extra, premium. Consideramos que el reconocimiento de una institución como CEPYME refuerza la reputación de nuestra empresa y nuestra imagen de marca.
¿Qué condiciones reúne su empresa para concurrir a los mismos?
Un decidido compromiso, desde hace más de 20 años, con la sostenibilidad medioambiental real y la eficiencia energética justificada. Por detallar algunas de nuestras medidas y acciones implantadas, destacar que no utilizamos ningún tipo de pesticida en nuestra explotación agraria, contamos con la certificación por parte de DNV de nuestra Huella Hídrica desde 2013 y de la Huella de Carbono desde el 2014.
Comenzamos a utilizar energías renovables en 2007 y actualmente contamos con una potencia fotovoltaica instalada de 2MW para autoconsumo. Producimos nuestros propios fertilizantes ecológicos utilizando los alperujos generados en nuestra almazara, contamos con ganadería ovina y apícola integrada en los olivares de nuestra propiedad y hemos incrementado fuertemente la biodiversidad y la salud de nuestros suelos. Además, contamos con la certificación de AENOR en Cultivo Sostenible y en Agricultura Regenerativa.
¿Cree que el premio CEPYME 2024 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
Para Castillo de Canena es todo un orgullo que CEPYME nos haya otorgado este importante reconocimiento. La independencia, objetividad y ecuanimidad del Jurado otorga a este premio un prestigio y una autoridad incuestionable en relación a todos nuestros grupos de interés.
¿Qué medidas ha implementado en su empresa para mejorar la eficiencia energética?
Las principales son:
Instalación de 2 MW de energía fotovoltaica con la que cubrimos más del 90% de nuestras necesidades energéticas para la impulsión del agua de riego, lo que nos permite además hacer más eficiente un recurso tan escaso como el agua.
Una de nuestras plantas fotovoltaicas (1MW) se halla ubicada sobre la balsa de riego, lo que nos ha permitido reducir nuestra huella hídrica, así como disminuir la evaporación del agua y evitar la tala de nuevos árboles.
El uso de sistemas avanzados de riego por goteo, monitorizados a tiempo real y automatizados para reducir el consumo de agua y energía.
La utilización de tecnologías de agricultura de precisión como las sondas de humedad para adecuar la dotación de agua de riego en función del terreno, variedad y momento fenológico de nuestro olivar.
El aprovechamiento de nuestros restos de poda (unas 1.500 Tm/año) como biomasa para generar energías limpias.
La creación de nuestros propios fertilizantes ecológicos (compost) utilizando subproductos de nuestra actividad agropecuaria: alpeorujo, hojas y ramas y estiércol de nuestras ovejas.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos para abordar estos cambios?
Básicamente, trabas administrativas y retrasos, sobre todo en el área de medio ambiente y ciertas dificultades en la obtención de financiación bancaria.
¿Y los beneficios?
La reducción significativa de los costes operativos a medio y largo plazo; la disminución de nuestra huella de carbono, alineándonos con los objetivos europeos en materia de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático y la mayor diferenciación en un mercado cada vez más competitivo, generando externalidades positivas y atrayendo a nuevos clientes que cada vez están más sensibilizados en materia de sostenibilidad
¿Qué proyectos tienen en este ámbito?
Estamos inmersos en proyectos de energía agrivoltaica, donde puedan convivir, de manera paralela, el cultivo del olivar y la generación de energías renovables. Tras ser la primera empresa oleícola certificada por AENOR con el sello de Cultivo Sostenible, seguimos avanzando en la implementación de prácticas regenerativas en el manejo de nuestros olivares, para aumentar el secuestro de carbono lo que potenciará aún más nuestra eficiencia y compromiso medioambiental.
Objetivos y principales retos de su empresa para los próximos años
Al estar integrados verticalmente y controlar todos los eslabones de la cadena de valor, nuestros objetivos son seguir avanzando en la agricultura de precisión para combatir la vecería, hacer que las buenas cosechas sean más recurrentes, incrementando nuestro compromiso medioambiental. Asimismo, proseguiremos invirtiendo en nuestro establecimiento industrial para que la almazara de Castillo de Canena esté cada vez más tecnificada y siga produciendo AOVE de calidad excelsa. En lo que respecta a la comercializadora asumimos los retos de seguir creciendo, innovando, consolidándonos, incrementando nuestro portafolio con AOVE gastronómico y afianzándonos en los mercados tradicionales que suman ya 60 países y explorando nuevos segmentos de clientes.
¿Cómo valora la situación económica actual?
El escenario actual es de cierta incertidumbre. A pesar de que el consumo se ha recuperado y los tipos de interés están cediendo, el horizonte fiscal es complejo y el endeudamiento del Estado está creciendo de manera progresiva. Se están abriendo oportunidades, pero, a la vez, aparecen nuevas amenazas que pueden ensombrecer el horizonte.
¿Y las expectativas para 2025?
Tenemos por delante ciertas nubes negras como son los posibles aranceles que pueda implantar la administración Trump (ya los sufrimos en 2018), la prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania, la guerra comercial con China, etc. A pesar de ello, somos optimistas y esperamos que el año sea positivo en su conjunto.
¿Qué consideraciones puede hacernos sobre el sector concreto en el que desarrolla su actividad?
El sector del aceite de oliva virgen extra español tiene por delante, en términos generales, un halagüeño futuro si somos capaces de valorizar con convicción los zumos naturales y frescos de aceituna que comercializamos. Es un producto de amplios perfiles sensoriales, con innumerables usos gastronómicos cada vez más amplios. Está demostrado que es la grasa vegetal más saludable que existe, las aceitunas son frutos que provienen de árboles que constituyen un verdadero bosque humanizado, rico en biodiversidad y que actúa como un enorme sumidero de gases de efecto invernadero y, por último, no debemos de olvidar que el olivar es un cultivo con un enorme y positivo impacto social.
¿Cómo cree que evolucionará a corto y medio plazo?
Si somos capaces de comunicar correcta y eficientemente todas las bondades intrínsecas y externalidades positivas que generamos como sector, tenemos asegurado un escenario a corto y medio plazo con buenas expectativas.
¿Qué medidas cree que serían necesarias para mejorar el entorno en el que se desenvuelven las empresas?
Un mejor entorno y marco laboral para las pymes, tratamientos fiscales más benévolos, mayor apoyo financiero en proyectos de I+D, ayudas a la internacionalización, incentivos para apoyar los crecimientos inorgánicos de las empresas y que así puedan ganar en magnitud, economías de escala, competitividad, etc.