Como una de las empresas seleccionadas en CEPYME500, que aglutina a las 500 compañías españolas líderes en crecimiento empresarial, hoy entrevistamos a Arturo Revenga, CEO de Revenga Smart Solutions.
¿Cree que las pymes están suficientemente concienciadas sobe la necesidad de desarrollar una política de buen gobierno?
Creo que existe más concienciación que implementación. Es complicado poder dedicar recursos para una pyme. El retorno de este esfuerzo es a medio y largo plazo y, por ello, cuesta dar el paso. En las pymes que son empresas familiares es más fácil dar ese paso pues se mira a medio y largo plazo y los valores y cultura de empresa suelen estar más consolidados.
¿Qué ventajas pueden aportar estas prácticas a las empresas?
Creo que hay un deber moral y que todos tenemos que avanzar en este sentido. En empresas que venden al gran público el retorno es más inmediato. En empresas B2B son las exigencias de los propios clientes las que van empujando a que mejoremos, pero creo que a medio plazo las empresas que no impulsen la RSC estarán penalizadas, tanto de forma explícita (valoración de ofertas, condiciones de contratación, etc.) como implícitamente en el valor de su marca y a lo que se asocia.
Como empresa CEPYME500, ¿cree que las prácticas de Buen Gobierno contribuyen a impulsar el crecimiento de las empresas?
En el mercado global las exigencias y estándares se van imponiendo y trasladando de unos mercados a otros. Es evidente que en algunos mercados como EEUU y UE es una condición necesaria para poder operar. En proyectos con financiación multilateral y de organismos internacionales (BEI, BID, etc.) también. Como empresa CEPYME500 valoramos la credencial que aporta el apoyo institucional de un entorno de empresas que impulsan las prácticas de buen gobierno.
¿Ha sido así en el caso de Revenga?
El ser una empresa familiar ha permitido que los valores que queremos impulsar hayan estado siempre detrás de todas nuestras acciones.
Como modelo a seguir nos hemos basado en las recomendaciones y publicaciones del Instituto de Empresa Familiar (IEF). Sus Modelos de Empresa Familiar, que analizan el riesgo estructural como función de la complejidad de la familia, de la empresa y de su sector y el desarrollo de la estructura, nos han permitido avanzar en el refuerzo de la propia estructura (Comité de Dirección, Consejo de Administración, Consejo de Familia y Protocolo), con idea de disminuir el riesgo estructural de la empresa.
En definitiva, las prácticas de buen gobierno se asocian con el crecimiento de la empresa, eliminando barreras de entrada en mercados exigentes y mejorando la gestión de riesgos.
¿Qué valoración le merece la Guía de Buen Gobierno Corporativo para pymes que CEPYME y el Consejo general de Economistas han presentado recientemente?
La valoración es muy positiva. Tiene un enfoque muy práctico y aconseja apoyarse en organizaciones como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas para avanzar en RSC. En Revenga llevamos desde 2007 en el Pacto y ha sido un apoyo fundamental para poder avanzar en RSC siendo una pyme.
¿Cuáles son los elementos básicos de la política de Buen Gobierno que llevan a cabo en su empresa (RSC, transparencia, medio ambiente, seguridad laboral, etc.)?
Nos regimos por los 10 Principios y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que son los que recomienda la propia Guía de Buen Gobierno.
¿Cómo animaría a otras empresas CEPYME500 a adoptar los principios de la Guía, que en gran parte coinciden con los del Pacto Mundial de las Naciones Unidas?
La adopción de los principios de la Guía se consigue mediante la adhesión al Pacto Mundial. Anualmente nos auditan y elaboran un Informe de progreso. Es la mejor forma de medir si hay avances. Es obvio que debe moverse desde arriba en la organización y dotar a la empresa de recursos para ello, pero nuestra experiencia es que sin esta política definida es muy complicado poder establecer relación con empresas y multinacionales, que en muchos casos lo exigen. Por tanto, animaría a otras empresas a adoptar la Guía diciéndoles que es una inversión que produce retorno tangible e intangible y que además disminuye el riesgo de perder oportunidades de trabajar y asociarse para y con empresas e instituciones de peso.
¿Qué prioridad ocupan estos principios en la gestión de la empresa? ¿Dependen directamente de la dirección de la misma?
Es fundamental que estos principios y su gestión dependan de la dirección. En nuestro caso la persona responsable de RSC reporta directamente al CEO en todo lo relativo al Pacto y sus principios.
¿Tienen algún proyecto inmediato para seguir avanzando en este ámbito en el futuro?
Aunque ha pasado algo de tiempo, por su relevancia podemos destacar nuestra contribución tecnológica al centro de Manhisa en Mozambique, ejemplo en la lucha contra la malaria. Contribuimos creando de forma altruista las redes inalámbricas para poder tomar los datos de los afectados con mayor rapidez y seguridad. Este proyecto ha recibido el Premio Príncipe de Asturias y uno de los líderes del mismo es hoy responsable de la OMS para la erradicación de esta enfermedad.