Como finalista de los PREMIOS CEPYME 2017 en la categoría de “Pyme con Mejores Prácticas de Pago”, hoy entrevistamos a Antonio Fagundo, Director General de Masaltos.com
¿Cree que el premio CEPYME 2017 podría mejorar la imagen de su empresa de cara a clientes, proveedores y futuros inversores?
Estamos convencidos de que el premio CEPYME mejorará la imagen de Masaltos.com de cara a todos los operadores del comercio, desde proveedores a clientes. Es una cuestión de confianza. Estamos ante uno de los premios más prestigiosos otorgados a una empresa española por uno de las asociaciones con mayor prestigio. Es como un seguro de vida. Genera confianza entre los consumidores y entre los proveedores, demostrando nuestra responsabilidad. Además, ganar este premio nos ayuda a diferenciarnos de los demás, a tener mejor reputación en el mercado. Sin duda, nuestra empresa se convierte en más atractiva. Muestra a todos un certificado de calidad de transparencia y reputación.
¿Dónde ve su empresa dentro de 2 años?
Creciendo. Nos queda mucho mercado en España y en el resto del mundo. El comercio online nos permite vender el 65% fuera de nuestras fronteras, lo que nos da una vocación internacional muy potente. Tanto es así que hace dos años entramos en Japón de la mano de un socio local y esperamos poder hacer lo mismo en China dentro de los próximos dos años.
¿Cómo conoció los premios CEPYME?
Conocemos los premios CEPYME desde la primera edición. En esa edición no nos presentamos porque llegamos tarde, pero la repercusión que tuvieron los premios fue impresionante. Apuntamos la fecha y nos inscribimos en la II edición, aunque no tuvimos suerte. Sin duda, para nosotros hubiera sido un honor recibir un premio de manos de S. M. el Rey Felipe VI. En la III edición no solo nos apuntamos sino que fuimos finalistas y, aunque tampoco tuvimos suerte, pudimos vivir la gala de entrega de premios en primera persona. Una experiencia inolvidable.
¿Por qué ha tomado la decisión de presentarse a los premios CEPYME?
Por todo lo que hemos dicho antes. Este premio es un distintivo, un generador de confianza, un seguro de vida por el prestigio asociado que conlleva tanto el premio como el organismo que lo convoca. Las mejores empresas del país se presentan cada año y solo una de ellas resulta agraciada. Para nosotros ganar este premio sería algo increíble. Y si no somos ganadores este año, pues volveremos el año que viene y nos prepararemos más y mejor.
¿Cómo considera usted que podría repercutir a su PYME la posibilidad de ganar el premio PYME mejores prácticas de pago?
Por el momento nuestros proveedores saben que somos buenos pagadores y que no tenemos morosidad. Siempre nos han enseñado a mantener contento al cliente y nunca nos han dicho nada de los proveedores. A los proveedores también hay que tenerlos contentos, y eso se consigue facilitándoles el trabajo y pagándoles puntualmente, así obtienen liquidez y no tienen que recurrir a financiación externa.
Este premio certificaría estas prácticas de cara a nuestros proveedores y, también, de cara a otros terceros.
¿Qué medidas ha implementado en su empresa para mejorar las prácticas de pago?
Somos una empresa saneada y sin deudas. Hemos erradicado las líneas de crédito y los seguros de crédito y caución en nuestras relaciones con proveedores porque solemos pagar contra presentación de factura, sin dilatar los plazos.
También hemos eliminado los pagarés a favor de la emisión de cheques o las transferencias bancarias. Y esa misma política es la que tenemos con los pagos aplazados cuando existe una producción de por medio, llegando a reducir los plazos de 85 a 30 días.
¿Qué considera que se valora más para poder ganar este premio?
En Masaltos.com consideramos que lo más importante para poder ganar este premio es que la actuación de nuestra empresa redunde en el beneficio y en el crecimiento de la economía. No se trata tanto de no tener deudas, sino de que tus proveedores no tengan morosidad. Si con tus pagos consigues que tus proveedores tengan liquidez para seguir fabricando podrán llegar a más clientes y tener mayor producción, lo que redundará en mayores pedidos y, por tanto, en un saneamiento de la economía. Así todos crecemos.
