Las empresas familiares españolas ven el futuro con optimismo y confían en su capacidad para seguir creciendo a medio plazo. Así lo refleja la quinta edición del Barómetro de la Empresa Familiar, elaborado por KPMG en colaboración con las Asociaciones Territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar, según el cual el 70% de los encuestados muestra una impresión «positiva» de la situación económica que tendrá su compañía en el próximo año.
En ediciones anteriores, la perspectiva positiva de las empresas familiares respecto a la evolución de sus negocios mostraba porcentajes menores. En 2013, solamente el 42% se mostraba optimista, mientras que en 2014, 2015 y 2016 se registró una recuperación significativa de la confianza (64%, 79% y 70%, respectivamente).
En cuanto a las empresas familiares europeas, una amplia mayoría (72%) manifiesta una opinión positiva respecto a las expectativas de crecimiento, aunque lo hacen en menor medida que el año pasado (75%).
La confianza en el futuro se apoya en los buenos resultados alcanzados este año en términos de facturación, empleo e internacionalización, según determina el informe de KPMG.
El 75% de las empresas familiares españolas aumentó su volumen de ventas en el último ejercicio (frente a un 54% en el conjunto de Europa), mientras que solamente un 11% lo redujo. En términos de empleo, un 93% aumentó o mantuvo su platilla y el 74% declara tener presencia en mercados extranjeros.
Entre las principales prioridades de las empresas familiares a la hora de realizar inversiones se encuentran mejorar la rentabilidad (55%), incrementar la facturación (52%) y aumentar la innovación (21%) y la diversificación en nuevos productos y servicios (20%). En el conjunto de Europa los porcentajes son similares.
«Para mantenerse competitivo es imprescindible ser innovador y contar con personal altamente cualificado, y de ello son conscientes las empresas familiares, que apuestan hoy más que nunca por invertir en innovación, nuevas tecnologías, contratación y formación», ha señalado el socio responsable de Mercados y de Empresa Familiar de KPMG en España, Juan José Cano.
El buen tono de las perspectivas a un año lleva a las empresas familiares a contemplar mayoritariamente (84%) planes de inversión en los próximos doce meses, que estarán enfocados a desarrollar la actividad principal de la compañía (78%), a implementar nuevas tecnologías (52%) y a abrir mercado en el exterior (47%).
INCERTIDUMBRE POLÍTICA Y COMPETENCIA, LOS MAYORES RETOS
Según concluye el informe, a pesar del optimismo generalizado, las empresas familiares se enfrentan también a un entorno complejo que no está exento de retos.
En este sentido, un 55% de los encuestados apunta a la incertidumbre política vivida durante el último año como el mayor desafío al que se enfrenta en la actualidad, seguido por el aumento de la competencia (47%) y la disminución de la rentabilidad (35%).
En el caso de las compañías europeas, la percepción de los desafíos mantiene una tendencia similar, aunque con peso diferente de cada uno de ellos. Así, la incertidumbre política (37%) y la guerra por el talento (37%) comparten la primera posición en cuanto a retos del entorno, seguidos por una mayor competencia (36%) y por el descenso de la rentabilidad (33%).
Por otra parte, uno de cada cinco encuestados admite que a lo largo de los próximos 12 meses traspasará la gestión, la titularidad o el gobierno de la compañía a la siguiente generación, mientras que solo el 7% reconoce que está pensando en vender la sociedad.
El 58% de los encuestados declara que la siguiente generación ya ocupa cargos directivos en la compañía, aunque en el informe se observa desde hace años una mayor tendencia a dar entrada en este tipo de compañías a gestores y directivos ajenos a la familia y en esta edición un 87% admite haberlo hecho ya.
En la misma línea, el gobierno corporativo, los planes de sucesión y el control de la compañía son, por este orden, los tres principales factores que garantizan el éxito de una empresa familiar, que no es ajena a la gran transformación a la que se está viendo sometida por el avance de la era digital, según concluye el informe.
Así, el 49% de los encuestados identifica como mayor reto el constante cambio al que se ve sometido el entorno empresarial.
