El 55% de las empresas alemanas con actividad en España visualiza 2022 como el año de la recuperación económica tras la pandemia y el 30,4% prevé un aumento de las inversiones en el país en los próximos 12 meses.
Son algunas de las principales conclusiones de la edición de primavera del Barómetro AHK España, elaborado por la Cámara de Comercio Alemana para España en colaboración con el Consejo Superior de las Cámaras de Comercio e Industria Alemanas (DIHK) con sede en Berlín, que refleja el impacto de la pandemia y de la crisis económica en las previsiones de las empresas alemanas con actividad en España.
Realizada entre los pasados 15 de marzo y 9 de abril entre más de un centenar de filiales de empresas alemanas en España, pertenecientes mayoritariamente al sector industria, la encuesta revela un prudente optimismo enlas expectativasdel empresariado germano en cuanto a la situación económica, riesgos latentes y perspectivas de evolución en los próximos 12 meses en aspectos como inversiones y plantilla.
Un mayoritario 56% de las empresas alemanas en España contempla perspectivas de mejora para los próximos 12 meses, en contraste con el 39,6% correspondiente a la última edición del barómetropublicada en otoño de 2020.Asimismo, han disminuido de un 26,4% a un 11,8% las empresas que prevén un empeoramiento en su situación económica. En cuanto a la recuperación de la crisis, aunque las previsiones para el segundo semestre de 2021 ganan terreno (19,6%) frente al barómetro de otoño (14,3%), la mayoría, con el 54,9%, todavía visualiza el 2022 como horizonte para la recuperación económica.
“Los resultados del Barómetro AHK Primavera 2021 reflejan un relativo optimismo por parte de las empresas alemanas en España, no solo en cuanto a la valoración de la situación de cada empresa sino también en cuanto a la evolución del contexto macroeconómico español”, señala Walther von Plettenberg, director gerente de la Cámara Alemana. Una mejora de perspectivas atribuible, según apunta Plettenberg, “a los previsibles efectos de la culminación de la inmunización contra la Covid-19, un efecto rebote después de una contención del consumo forzado por la situación pandémica y, por último, a las políticas de estímulo económico impulsadas desde la UE”. “El grado relativamente alto de satisfacción de la situación actual de las empresas y expectativas a medio plazo probablemente se relacionen también con el hecho de que el 70% de las empresas encuestadas pertenecen al sector industrial, menos afectado por los efectos de la pandemia”, explicaasimismo el director gerente de la Cámara Alemana.
En lo relativo a las previsiones de inversión en los próximos doce meses, repunta el número de empresas que en el próximo año prevé un aumento de sus inversiones locales (30,4%) y disminuye el número que prevé reducirlas o no realizarlas al 25,5%, frente al 77,3% correspondiente a abril de 2020.
Perspectivas positivas que se extienden también a lo referente a la evolución de la plantilla, cuyo aumento figura en los planes del 27,5% de las empresas encuestadas. En comparación con el barómetro de otoño, disminuye el porcentaje de las empresas con intención de reducir el número de empleados de 24,4% al 16,7%.
A pesar del clima cautelosamente optimista, los resultados del barómetro apuntan la persistencia de una serie de riesgos que debilitan el atractivo inversor, entre ellos, la caída de la demanda que ha comportado la pandemia -punto que concentra el 78,4% de las respuestas-, el marco económico y político (61,8%), el precio de la energía y de las materias primas (32,4%) y la seguridad jurídica (30,4%). “Como nueva preocupación coyuntural encontramos el coste de la energía y las materias primas, que ha triplicadoel grado de inquietud en el último año. Y la seguridad jurídica, que emergió en 2020 entre las principales preocupaciones, se mantiene relativamente alta”, concluye Plettenberg.
El Barómetro se completa con una valoración de los factores de competitividad del emplazamiento España. Entre los aspectos mejor valorados, o principales fortalezas de España estarían las infraestructuras, aspectos de capital humano, como la motivación de los empleados y su productividad. En el extremo contrario, entre los aspectos que presentan una diferencia significativa entre la importancia otorgada y el nivel de satisfacción, figuran factores institucionales como la estabilidad política, el funcionamiento de la administración, la unidad de mercado y los costes energéticos, y también aspectos del sistema educativo, en lo relativo a la calidad del sistema de formación profesional y del sistema educativo escolar.
