Guy Kawasaki es un reconocido especialista en el ámbito de las nuevas tecnologías y el marketing. En esta última actividad fue responsable de Macintosh como evangelista (chief evangelist), a mediados de los ochenta, con el éxito con que éste trabajo fue reconocido por el mercado.
Trasladó así el concepto de “evangelizar” a los negocios tecnológicos, con la idea de atraer y focalizar a usuarios vinculados al mercado Apple. En unos años difíciles para la empresa fundada por Steve Jobs, su trabajo fue internacionalmente reconocido. En la actualidad, dirige una empresa de capital riesgo en los Estados Unidos, «Garage Technology Ventures«. así como evangelista jefe (chief evangelist) de la compañía Canva, una herramienta de diseño gráfico en línea.
Guy Kawasaki se ha convertido en todo un manual del emprendedor, sobre todo para aquellos emprendedores que deseen comenzar una Startup, pues lo cierto que sus consejos son muy sencillos, y por lo que he podido ver, bastante realistas. En su primer libro, «El arte de empezar», Kawasaki venía a decir algo así como que un emprendedor únicamente necesitaba dos cosas para iniciar un negocio con éxito: Una idea de negocio y un garaje.
1. El fin de una empresa no debe ser el dinero
Kawasaki asegura que todo emprendedor cuyo fin sea únicamente el dinero, está condenado al fracaso, y la verdad es que coincide con otros grandes empresarios que delegan parte de su éxito en la pasión y no en el interés económico. Para que un producto o servicio lleve a nuestra empresa hacia la cima del éxito, debemos tener una labor social en nuestras manos, ayudando al cliente a cubrir una necesidad que le haga la vida más fácil. ¿Es el iPad una necesidad para una persona?, desde luego que no, pero te hace la vida entretenida hasta el punto de que para muchos usuarios, se convierte en una necesidad.
2. Un producto no tiene por qué ser perfecto para sacarlo al mercado
Kawasaki piensa que cualquier emprendedor que se enfoque durante demasiado tiempo en perfeccionar un producto antes de lanzarlo al mercado, está cometiendo un grave error, ya que piensa que saca el producto al mercado siendo perfecto, cuando realmente, todo se puede mejorar, y quizás en ese aspecto comenzarían los enfrentamientos con Steve Jobs, pues éste era un perfeccionista. En lo que sí debemos darle la razón a Kawasaki, es que por más que Jobs fuera un perfeccionista, éste no fabricó productos perfectos que no se pudieran mejorar, ya que tras el iPad, vino el iPad2, al igual que en el resto de productos de Apple.
Sin ir más lejos, desde el primer ordenador personal de Apple hasta los ordenadores de hoy día, hay un gran abismo. El éxito de un emprendedor radica en la constante innovación, adaptación al nuevo mercado y sobre todo, a escuchar a los usuarios continuamente.
3. Lo primero son tus actuales clientes, no los posibles clientes
Si tienes clientes, tienes un tesoro. Si tienes potenciales clientes, tienes únicamente posibles clientes. Hay que enfocarse en escuchar a tus actuales clientes, centrarte en ellos, pues son los que te han elegido con tus virtudes y tus defectos. Ya habrá tiempo para hacer nuevos clientes y escuchar su demanda, cosa que te será mucho más fácil en cuanto tus actuales clientes no tengan ninguna queja y hayas resuelto todos y cada uno de sus problemas.
4. Un producto debe ser único
Cuando Kawasaki habla de un producto, no habla únicamente del producto, sino de toda la empresa que engloba al producto, desde la fabricación, pasando por atención al cliente hasta llegar a las manos de los clientes. Imitaciones de productos han surgido en cualquier «aparato» de Apple, e incluso una persona que no entienda mucho de tecnología no notaría la diferencia entre un producto de Apple y una imitación. En cambio, en el momento de comparar todo lo que hay detrás del producto, funciones, adornos, sencillez, interfaz, sería donde Apple brillaría con respecto a su competencia.
5. No tengas miedo a la innovación
Muchos emprendedores tienen miedo a arriesgar en un producto innovador, ya que ciertamente, el introducir un producto revolucionario en el mercado conlleva mucho más trabajo. Kawasaki asegura que gran parte del éxito de las empresas de Silicon Valley consiste en lanzar el producto (siempre y cuando creas en él), que la gente lo pruebe, y a raíz de ahí, ya se iría viendo en qué mejorar.
Que no te asusten las críticas, ya que el recibirlas es muy buena señal, pues sin críticas sobre tu producto sería imposible mejorarlo. Tampoco te preocupe el que tu producto no sea conocido, pues éste emprendedor suscribe un antiguo comentario del propio Jobs: «La gente no sabe lo que quiere hasta que tú se lo enseñas».
6. No tengas miedo a fracasar
Un consejo muy común de los grandes empresarios, ya que el fracaso forma parte del aprendizaje. Un emprendedor no tiene que tener miedo al fracaso, es más, debe contar con que el fracaso existe, aunque una persona nunca fracasa hasta que se cansa de intentarlo.
7. Prepárate para los comentarios negativos
Cuando te decides a emprender o sacar un nuevo producto, lo lógico y natural es que cientos de amigos y familiares te intenten persuadir de que no lo hagas, de que no te arriesgues. Kawasaki quizás tenga asumido este hecho, pues nadie le dio el visto bueno a la idea de abandonar Apple, como nadie le dio el visto bueno a la hora de iniciar su propia empresa arriesgando parte de su capital. «Nunca permitas que nadie robe tu sueño, simplemente porque esas personas no hayan sido capaz de sacar el valor para hacer lo que tú estás dispuesto a hacer».
8. Comienza tu empresa asentando bases sólidas. El garaje
En España, si no hay posibilidad de oficina, no hay negocio, y en cambio tenemos nuestro coche aparcado en el garaje, cuando precisamente los negocios más rentables han surgido en los garajes de Silicon Valley.
Si tienes garaje, ya tienes negocio, pues es un sitio ideal para comenzar a desarrollar tu idea. Una vez tu idea tiene forma y ya has recibido ingresos, piensa en oficina, pero alquilar una oficina para comenzar una Startup es como comprar un coche y gasolina antes de tener carnet de conducir.
Y es que como se suele decir en plan de broma, aunque algo de cierto tiene, en España cuesta emprender porque no sabemos sacarle provecho a los garajes.
