Da igual el sector que se haya elegido para emprender. Abrir un negocio siempre implica sacrificio y mucho trabajo duro e intenso. También noches sin dormir, mucha negociación, quebraderos de cabeza, incertidumbres y mucho esfuerzo para convertir una idea en un proyecto empresarial viable y rentable.
Cuando pensamos en un emprendedor, siempre lo imaginamos encerrado en su oficina organizando y perfilando cada detalle de su negocio. Pero esta idea tienen muy poco que ver con la realidad de un verdadero emprendedor, ya que en el día a día, un nuevo empresario pasa más tiempo fuera que dentro de su oficina.
A continuación, te contamos algunas de las actividades que más tiempo le llevan.
Búsqueda de financiación
Cada vez son más las empresa que optan por la filosofía “bootstrapping”, que consiste en nacer sin financiación externa y crecer poco a poco hasta conseguir beneficios sin acumular deuda. Pero singuen siendo mayoría las empresas que comienzan necesitando una inversión importante para afrontar los primeros pagos mientras trabajan para conseguir rentabilidad.
En este aspecto, una gran parte del trabajo de un emprendedor, sobre todo en sus primeras etapas, lo ocupa no solo en la empresa en si, sino en buscar financiación.
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Búsqueda de clientes
Si se trata de un negocio de cara al público, será necesario emplear alguna estrategia de marketing para intentar que la gente entre, pero si se trata de un negocio B2B, en el que los clientes son otras empresas, hay que hacer un trabajo de venta. Para ello, el emprendedor deberá iniciar una ronda de contactos con los potenciales clientes a los que les pueda interesar el producto o servicio que ofrece. Si está en su etapa inicial, lo más probable es que no cuente con ningún comercial, por lo tanto, será él mismo el que tenga que efectuar las labores de venta.
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Reuniones
Un emprendedor, aunque su empresa sea pequeña, debe tratar con muchos entes y personas diferentes: el empleado que tiene, los clientes, el banco, los proveedores, etc. Por lo tanto, debe tener en cuenta que ocupará parte de su tiempo reuniéndose con estas personas para que su negocio prospere.
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Asesoría
El emprendedor, aunque en las primeras etapas tenga que hacerlo él todo dentro de su pequeña empresa, hay algunas tareas que es necesario que delegue. Por ejemplo, gestiones con la Administración, fianzas, nóminas, etc. Por eso, cualquier buen emprendedor acaba contratando una asesoría.
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Networking
Las ventas son importantes, pero el día a día también. El emprendedor deberá ampliar su red de contactos, hablar con otros empresarios, conocer a posibles inversores, a competidores, etc. El networking será imprescindible.
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