Los antiguos modelos de gestión de una empresa están cambiando. Lejos quedan aquellas compañías en las que la directiva estaba totalmente alejada de los empleados, donde las decisiones eran tomadas únicamente por la cúpula y donde los empleados no tenían ni voz ni voto.
Hoy, muchas empresas tienen un carácter mucho más colaborativo, ya que la opinión de quien ayuda al diseño y fabricación de un producto o servicio es muy útil para lograr el mejor resultado.
El empowerment, una nueva forma de entender la gestión
En este sentido y en respuesta a estas nuevas necesidades de un mercado cada vez más competitivo nace el concepto de empowerment, que se refiere al reparto del poder entre la propia empresa y los empleados. Esta nueva forma de administración de las empresas incluye una combinación de recursos materiales como capital, producción o distribución y de todo el equipo humano, utilizando como herramienta común la comunicación interna.
Esto quiere decir que en una empresa de este tipo todos los miembros manejan la información necesaria para lograr todos los objetivos, de forma que los empleados tienen un acceso completo y pueden usar información crítica, usar los recursos que necesitan y tienen potestad para tomar decisiones organizativas.
Esta nueva forma de trabajo reemplaza a la vieja jerarquía de los equipos dirigidos por un miembro que no comparte información ni habilita los procesos. En este viejo modelo de gestión, los empleados eran meras herramientas de trabajo, mientras que en el caso del empowerment cada trabajador da lo mejor de sí.
Ventajas del empowerment
Cuando se implica a los trabajadores en el proceso de diseño y creación del producto o servicio se logra una mayor satisfacción y por tanto se aumenta la productividad. Estos son algunos beneficios claros:
- Mejora el humor de los empleados, porque les permite tomar decisiones en cuanto a sus funciones.
- Mejora la comunicación, pues permite un mayor vínculo entre la directiva y los trabajadores.
- Implica a los empleados en el proceso, de forma que obtendrán una satisfacción personal si todo sale de forma correcta.
- Se comparte la responsabilidad de los hechos, por tanto no recae en una misma persona y todos caminan hacia los mismos objetivos.
- Fomenta el trabajo en equipo.
- Disminuye las rencillas laborales.
- Permite un feedback de la forma de trabajar y producir, por lo que se detectan errores de forma más precisa.
- Disminuye los tiempos de trabajo, porque no hay que obtener el visto bueno de un superior para poner en marcha una acción.
- Trabaja la creatividad, y hace que el talento se aplique directamente.
- Permite el crecimiento profesional de los trabajadores, que irán adquiriendo responsabilidades poco a poco.
- Se mejora la autoestima de los trabajadores, ya que se premia su eficacia con los resultados.
Las empresas que usan el empowerment como forma de trabajo suelen tener un mejor ambiente laboral y ver resultados positivos en muy poco tiempo, por eso esa antigua visión de empresa tradicional y jerarquizada está cambiando para dar paso a un modelo mucho más colaborativo y en el que se reparten las responsabilidades entre los miembros del equipo.