En el mundo actual, la confianza en las marcas ya no depende únicamente de la publicidad o del marketing corporativo. Los consumidores confían más en las personas que en los logos. En este escenario, surge una estrategia con gran potencial para las pymes: el Employer Advocacy, o cómo lograr que los empleados se conviertan en los mejores embajadores de la empresa.
¿Qué es el Employer Advocacy?
El Employer Advocacy consiste en impulsar que los trabajadores compartan, difundan y hablen positivamente de la empresa en sus redes personales, tanto online como offline.
No significa obligar a los empleados a hacer publicidad gratuita, sino crear orgullo de pertenencia y proporcionar las herramientas y el contenido necesario para que ellos mismos quieran participar.
Ejemplo: un empleado publica en LinkedIn un logro del equipo, comparte en Instagram un evento interno o recomienda los servicios de la empresa a un contacto personal. En todos los casos, la credibilidad es mucho mayor que la de un anuncio pagado.
Según Edelman Trust Barometer, el 50% de los consumidores confía más en las recomendaciones de empleados que en las comunicaciones oficiales de una empresa.
Beneficios del Employer Advocacy para la pyme
- Mayor alcance. Cada empleado amplía el alcance de la marca con su propia red. En una pyme de 15 trabajadores, si cada uno tiene una media de 500 contactos en LinkedIn, el alcance potencial puede superar las 7.500 personas, sin coste en publicidad.
- Credibilidad. Los mensajes compartidos por personas reales transmiten autenticidad. Un “me encanta trabajar aquí” tiene más valor que cualquier eslogan corporativo.
- Atracción y retención de talento. Cuando los empleados hablan positivamente de su empresa, proyectan una cultura laboral atractiva. Esto ayuda a atraer nuevos candidatos y refuerza la fidelización del talento actual.
- Mejora del clima interno. Un programa de Employer Advocacy refuerza la sensación de orgullo y pertenencia. Los empleados sienten que su voz importa y que forman parte activa del proyecto.
Cómo poner en marcha un programa de Employer Advocacy en tu pyme
- Crear cultura de orgullo. El punto de partida es el clima interno: los empleados solo hablarán bien de la empresa si están satisfechos. Esto requiere políticas de reconocimiento, transparencia y comunicación abierta.
- Formar y guiar. No todos saben cómo comunicar profesionalmente. Organizar talleres cortos sobre cómo escribir en LinkedIn, cómo usar hashtags o cómo contar historias de impacto es clave.
- Proveer contenido útil. Cuanto más fácil se lo pongas, mejor. Crear un banco de contenidos que los empleados puedan compartir (posts listos, imágenes, logros, artículos) multiplica la participación.
- Reconocer la participación. Agradecer públicamente a los empleados más activos, destacar sus publicaciones en la intranet o premiarlos con pequeños incentivos refuerza el compromiso.
- Medir resultados. Define métricas claras: número de publicaciones de empleados, alcance generado, interacciones, tráfico a la web o candidatos nuevos. Así podrás mostrar el retorno del programa.
Ejemplos prácticos en pymes
- Asesoría contable: sus consultores publican tips financieros en LinkedIn bajo el sello de la marca, generando confianza en clientes potenciales.
- Tienda local: los empleados comparten en Instagram fotos de nuevos productos y clientes satisfechos, reforzando la conexión con la comunidad.
- Pyme tecnológica: los desarrolladores muestran proyectos en los que trabajan, posicionando a la empresa como innovadora y atrayendo talento especializado.
Errores a evitar
- Forzar la participación: si se percibe como una obligación, el programa fracasará.
- Falta de autenticidad: los mensajes deben ser genuinos, no copias impersonales.
- No escuchar al empleado: la estrategia debe ser bidireccional, recogiendo también el feedback de quienes representan a la marca.
- No dar seguimiento: sin métricas claras y seguimiento, el Employer Advocacy se diluye.
Tendencias futuras del Employer Advocacy
- Microinfluencers internos: empleados con mayor visibilidad en redes se convierten en referentes de la empresa.
- Gamificación: programas que premian a quienes más contribuyen con puntos o insignias digitales.
- IA como apoyo: herramientas que sugieren contenidos personalizados para cada empleado en función de su red y estilo.
- De empleados a comunidad: extender el advocacy a clientes y partners que actúan también como embajadores.
El Employer Advocacy no requiere grandes presupuestos ni estructuras complejas. Requiere confianza, autenticidad y un liderazgo que impulse a los empleados a sentirse orgullosos de su empresa.
En definitiva, cuando los trabajadores se convierten en los mejores embajadores de marca, la pyme gana visibilidad, reputación y talento de manera orgánica. Es un círculo virtuoso:
- empleados motivados.
- comunicación auténtica.
- mayor confianza del mercado.
- más oportunidades para la empresa.