El número de parados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo ha aumentado en septiembre en 22.801 personas en relación con el mes anterior. Este incremento del paro registrado es característico de los meses de septiembre, aunque en perspectiva temporal su crecimiento queda significativamente por debajo del experimentado en media en los últimos años.
De hecho, en los últimos ocho años el paro registrado aumentó por término medio en 58.835 personas en dicho mes. En términos desestacionalizados, el paro se redujo en 16.906 personas en el mes de septiembre.
La cifra total de parados registrados se sitúa en 3.720.297, y continúa en los niveles más bajos de los últimos siete años. En el último año el paro ha bajado en 373.745 personas. Se trata de la mayor reducción interanual registrada en un mes de septiembre de toda la serie histórica.
Por lo que respecta a la contratación, durante el mes de septiembre se registraron un total de 1.907.000, el mayor número de contrataciones de toda la serie histórica para este mes, lo que representa un incremento del 6,2% respecto al mismo mes del ejercicio anterior. Se han registrado 171.012 contratos de carácter indefinido, un 11,83% más respecto del mismo mes del año anterior 2015.
La afiliación a la Seguridad Social creció en 12.025 personas, variación similar a la experimentada en el mismo periodo de los dos últimos años. En términos desestacionalizados el aumento de la afiliación intermensual se situó en las 44.800 personas. Este repunte del empleo en septiembre, tras el peor registro de agosto, ha propiciado que el crecimiento interanual del empleo se mantenga por encima del 3% durante el tercer trimestre del año.
Por sectores de actividad, la principal contribución al crecimiento del empleo se produjo en el sector servicios, en donde actividades tales como la educación, las actividades administrativas y la industria manufacturera han compensado el peor comportamiento de la hostelería y el comercio, sectores que se han visto más afectados por la estacionalidad vinculada con la finalización de la campaña turística.
Estos datos confirman que el mercado de trabajo sigue presentando una evolución muy positiva durante el tercer trimestre del año, lo que podría señalar que la desaceleración de la actividad productiva durante este periodo es ligeramente inferior a lo que previamente se habría estimado.
No obstante, las perspectivas para el próximo año apuntan a una sensible ralentización de la actividad económica lo que afectaría al crecimiento de la ocupación y dificultaría la una mayor reducción de la elevada tasa de desempleo en nuestro país.
Por ello, es necesario remarcar que la recuperación de los registros de empleo y la reducción de la tasa de paro debe ser una prioridad para la política económica. En este sentido, sigue siendo urgente constituir un nuevo Gobierno que garantice la continuidad de las reformas y medidas de política fiscal y presupuestaria necesarias para fomentar los procesos de inversión productiva de las empresas, puesto que son la garantía de creación y mantenimiento de la actividad y del empleo del conjunto de la economía.
