¿Sabías que tus posibilidades de sobrevivir a un ataque al corazón son mayores en Copenhague (Dinamarca)?
Esto se debe a que los servicios de emergencia en esta capital europea ahora usan un agente virtual para ayudarlos a identificar los paros cardíacos.
Aunque los recursos humanos reconocen el 73% de los paros cardíacos, los datos iniciales muestran que el agente virtual más un operador humano reconoce los paros cardíacos el 95% de las veces. Este es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial (IA o AI) puede ser un punto de partida para la transformación digital que permite que las máquinas entreguen valor para una organización.
Historias como esta pueden ayudar a cambiar lo que las personas piensan que será el negocio en el futuro. Según la investigación realizada, el 66% de los responsables empresariales quieren transformarse, pero solo el 11% lo está haciendo hacia negocios digitales.
Para determinar si tu organización ya está transformada, hazte preguntas como: «¿Cambiamos la manera en que ganamos dinero?» o «¿Hemos cambiado la forma en que damos valor? Si la respuesta es ‘No’, todavía hay trabajo por hacer.
Pero muchas organizaciones están estancadas sobre dónde comenzar sus esfuerzos de transformación. Según esta investigación, aproximadamente el 57% de las organizaciones aún no ha encontrado un punto de partida para la transformación hacia el negocio digital.
Los líderes y responsables empresariales pueden elegir el mejor de estos cuatro puntos posibles para comenzar y expandir el camino de la transformación digital.
Estar conectado
Estar conectado a menudo no es una transformación, sino una iniciativa de optimización. Las organizaciones buscan reducir los tiempos de entrega, mejorar el uso del dispositivo o aumentar la productividad mediante la implementación de tecnologías como el Internet of Things (IoT) o plataformas digitales específicas. La transformación comienza cuando la organización aprovecha la conectividad para ganar dinero de nuevas formas, por ejemplo, cuando las empresas usan datos generados para crear nuevos servicios de ingresos o hacer que los datos estén más disponibles y sean transparentes en todas sus cadenas de valor.
Ser autónomo
Con tecnología autónoma, las máquinas pueden mejorar a los humanos y los humanos pueden mejorar a las máquinas. El agente virtual utilizado en Copenhague para identificar los paros cardíacos es un ejemplo perfecto para el enfoque autónomo. Se basa en inteligencia artificial y utiliza análisis de voz en tiempo real y aprendizaje automático avanzado para identificar las pistas de contexto de las llamadas al despacho de emergencias. Para crear un nuevo modelo comercial, el proveedor de tecnología podría vender los datos anónimos del paciente a los servicios de emergencia para ayudarlos a asignar recursos de manera más efectiva en el futuro.
Empoderamiento
El método habilitado permite que los clientes y los socios del ecosistema empresarial creen valor para sí mismos y para la organización al mismo tiempo. Esto puede multiplicar el potencial de creación de valor. Algunos ejemplos son dispositivos de IoT en el sector médico, que permiten a las personas realizar autoexámenes básicos en el hogar sin la presencia de un médico.
Con un kit de examen, la organización ha creado una nueva fuente de ingresos a la vez que empodera tanto a socios como a clientes. Los clientes sanitarios no tienen que compensar a los médicos por los exámenes básicos, y los pacientes no tienen que viajar a un centro médico y pasar tiempo en el área de espera.
Programable
Un punto de inicio programable se centra tanto en el cambio del modelo de negocio como en el cambio del modelo operativo. El objetivo es permitir que otras partes creen y entreguen valor para tu organización. Esto se puede lograr a través de interfaces de programación de aplicaciones (API), tecnologías de código abierto o blockchain.
En el sector bancario, por ejemplo, algunas entidades han hecho sus servicios consumibles para todos a través de API. Esto podría permitir nuevas corrientes de ingresos mediante el cobro de llamadas API y la venta de nuevos productos, como la identidad digital.