El Ministerio de Economía en funciones teme que la decisión del Reino Unido de salir de la UE pueda afectar negativamente, no solo a las economías nacionales y el entramado económico de Europa, sino también a las negociaciones sobre el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) que mantienen el viejo continente y EE.UU.
Fuentes del departamento que dirige Luis de Guindos han indicado que el ‘Brexit’ no será inocuo puesto que, entre otras razones, la posición de Reino Unido ha sido favorable a la firma del TTIP y su intención de abandonar la UE puede cambiar el mapa de fuerzas a favor y en contra del acuerdo.
Además, este primer caso de salida de un país de la UE podría debilitar a la UE como bloque a la hora de negociar, puesto que ya no se presenta como una unidad inquebrantable de países, pese a sus diferencias internas.
La negociación del TTIP, acuerdo que pretende reducir las barreras al comercio entre ambos lados del Atlántico, se encuentra hace meses en una situación complicada, en parte como consecuencia de una campaña en su contra llevada a cabo por una serie de organizaciones no gubernamentales que ha calado en la opinión pública y parlamentos de algunos Estados miembros importantes. A favor se encuentran, además de España, los países del Este y Alemania, mientras que en contra, el principal detractor es Francia.
Ahora, tras el triunfo del ‘Brexit’ en el referéndum del 23 de junio, un portavoz de la Comisión de Comercio de la UE ha asegurado a Europa Press que «la vida y las negociaciones siguen» puesto que, a día de hoy, el Reino Unido sigue siendo miembro de la UE.
Al otro lado del Atlántico, el presidente de EE.UU., Barak Obama, consideró que la primera respuesta al ‘Brexit’, con turbulencias en los mercados, había sido de «histeria».
PERO NO TODO PARECE SEGUIR IGUAL
No obstante, el director Internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet, cree que el algo ha cambiado y que el ‘Brexit’ tendrá un doble impacto en las negociaciones del TTIP.
Por un lado, afirma que «la UE deberá ajustar sus posiciones negociadoras, defensivas y ofensivas, a una UE de 27 miembros para esta etapa final de las negociaciones, revisando sus propuestas en consecuencia», lo que, a su juicio, exigirá «algunos debates, trámites y procedimientos internos durante los próximos meses».
Por otra parte, el Reino Unido ha sido siempre uno de los Estados miembros que más han impulsado, junto a España, la negociación del TTIP, con lo que, en línea con lo que teme Economía, «su salida de la UE afectará al equilibrio de fuerzas entre los Estados miembros, ganando terreno los menos convencidos».
Así, ha reconocido que «el ‘Brexit no ayuda precisamente en estos momentos a intensificar las negociaciones del TTIP con objeto de concluirlas este año», pero ha insistido en que «la Comisión no puede detener el avance de su ambiciosa agenda de negociaciones comerciales internacionales porque uno de sus Estados miembros decida abandonar la UE».
Por su parte, el director de Coyuntura y Estadísticas de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), Raymond Torres, que estos días ha estado en Ginebra y Bruselas, admite que el TTIP se está encontrando con «graves dificultades».
Además, indica que, aunque el ‘Brexit’ no tiene por qué ser un «obstáculo adicional ni un peligro especial», hará que ahora la postura de la UE respecto a cuestiones sociales del acuerdo sea «más exigente» que con el Reino Unido a la cabeza.
No obstante, Torres cree que un eventual golpe definitivo al TTIP no vendrá del lado europeo, sino del estadounidense, si el próximo 8 de noviembre, el candidato Donald Trump acaba accediendo a la Casa Blanca.