¿Qué es el liderazgo? ¿Qué es ser un líder? Estas dos preguntas no son para nada nuevas, pero sí que siguen vigentes hoy en día. En la actualidad, debemos preguntarnos cuál es el verdadero significado de esta palabra y qué es lo que convierte a alguien en un líder.
Sin duda, existen múltiples respuestas a esta cuestión e incluso yo mismo he visto cómo mi concepto de líder se ha modificado conforme he ido desarrollando mi carrera profesional. Sin embargo, tengo una cosa clara: un líder es una persona que recorre un camino hasta alcanzar un objetivo, estrategia o cualquier otra posición que, hasta la fecha, no había sido descubierta. Es también un individuo que está dispuesto a trazar este camino y a influir en los demás.
Además, es fundamental que los líderes sean coherentes. No están en esta posición solo por lo que dicen, sino también por la coherencia que existe entre lo que dicen y luego hacen. Es, en definitiva, aquella persona en la que se busca consejo cuando alguien encuentra una traba en el camino.
Por último, creo que el liderazgo es también una cuestión de aprendizaje. Un líder potente reconoce a tiempo el momento de dejar paso a otros, con nuevos puntos de vista, y de los que aprender a través de su experiencia. Un líder que no acepta consejos es en casi todas las ocasiones un líder que finalmente fracasará en los momentos más difíciles.
En un panorama como el actual, es fundamental no conformarse con tener conocimiento en una única área de especialidad. Para ser líderes, necesitamos también ser capaces de entender este nuevo panorama y tomar decisiones que impacten de forma positiva en nuestros negocios. Influir en nuestros negocios y trasladar confianza a nuestros equipos, aunque se encuentren dispersos en distintos puntos geográficos.
¿Pero cómo consigue un líder abrir su mente y ampliar sus conocimientos para tomar mejores decisiones? En este sentido, la educación ejecutiva tiene mucho que decir. Una de las formas para lograrlo (no la única) consiste en inscribirse en un Executive MBA (EMBA), programas que proporcionan un ambiente único con el que los líderes podrán expandirse y crecer.
La media de edad en los programas EMBA es de 37 años, con 14 años de experiencia laboral y más de 8 años de conocimientos sobre gestión. Imagínenos la riqueza de los debates y análisis de casos prácticos en un aula en la que cada alumno expone y comparte su bagaje y casos de éxito. Uniendo esto a la labor de un experto ponente, que conduce a los ejecutivos a través de las últimas teorías y ayuda a que trabajen juntos, estamos ante un ambiente imposible de replicar.
Estamos, en definitiva, antes líderes que forman líderes.