Un 46% de los consumidores españoles incorpora los productos nuevos a su cesta de la compra tras probarlos y la mayoría busca en las innovaciones que le aporten una mejora del sabor o bien una mayor comodidad y eficacia que el producto que adquieren habitualmente, según un estudio de la asociación Aecoc presentado en el salón Alimentaria de Fira de Barcelona.
El estudio, realizado por la plataforma de estudio del comprador Aecoc Shopperview, analiza cómo el comprador actúa frente a los productos nuevos, en base a diferentes estudios elaborados sobre los hábitos y las opiniones de los consumidores.
Durante la presentación del estudio, el responsable de Aecoc Shopperview, Xavier Cros, ha explicado que en 2015 se lanzaron 118 innovaciones en gran consumo, lo que supone un ligero repunte en relación a 2014, aunque lejos de cifras como las de 2010, cuando se lanzaron 2010 productos nuevos.
Debido a la crisis, el 29,4% de los consumidores declaran que actualmente compran menos productos nuevos, lo cual impacta también en el nivel de facturación de la innovación, que ha bajado un 10% en el último año.
«Al consumidor lo que le importa es el beneficio, no que el producto sea nuevo, busca la funcionalidad, que le aporte algo que no tiene, bien sea en el formato, en el envasado o en las características saludables», ha apuntado Cros.
El estudio de Aecoc indica que el 41% de los consumidores se fija en las novedades y las suele comprar, mientras que un 33% lo hace sólo cuando alguien se lo recomienda.
Un 35% de los encuestados afirman que cuando adquieren una innovación lo que buscan es un mejor sabor, mientras que el 34,9% buscan productos más efectivos o cómodos de utilizar, y un 10% buscan artículos saludables.
La mayoría de los consumidores, un 57%, descubren la innovación en el mismo punto de venta y tan sólo el 16,7% a través de la publicidad, por lo que proponen la posibilidad de crear zonas de novedades en los establecimientos o una mejor señalización de los productos nuevos en los lineales.
El estudio de Aecoc sugiere la necesidad de cuidar la comunicación en la tienda, trabajando en una señalética más homogénea, y utilizar las nuevas tecnologías como canales para complementar y mejorar la comunicación con el cliente.