El consorcio europeo EIT Food ofrece a las empresas jóvenes que disponen de nuevas tecnologías en el ámbito de la agroalimentación validar sus soluciones ‘in situ’, en explotaciones agrarias o ganaderas donde podrán realizar ensayos sobre el terreno.
Esta es la esencia del nuevo programa Test Farms, que tiene como fin es encontrar inversores que apuesten por el futuro de las seleccionadas.
POR UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE
El objetivo de EIT Food es ayudar a las empresas emergentes a probar sus soluciones innovadoras, que hacen que la agricultura sea más eficiente, sostenible y beneficiosa para el medio ambiente. Mediante esta iniciativa, las startups podrán realizar los ensayos con profesionales de la agricultura que les ayudarán a comprobar la utilidad, funcionalidad y calidad del producto o servicio y, al mejorarlo, aumentar las posibilidades de comercializar sus ideas.
EIT Food ha lanzado esta convocatoria desde su sede para el sur de Europa, situada en España. El programa está abierto a startups procedentes de 17 países: Italia; Portugal; Grecia; Turquía; Bulgaria; Hungría; Rumania; Serbia; Croacia; República Checa; Eslovaquia; Eslovenia; Polonia; Estonia; Letonia; Lituania y España.
Las inscripciones para el programa Test Farms ya se han abierto y el plazo se cerrará el 30 de abril. Se seleccionarán un máximo de 15 empresas de nueva creación, que más adelante se ‘emparejarán’ con sus respectivas explotaciones agrícolas donde ensayarán sus prototipos y servicios innovadores. Tras un periodo de pruebas de varios meses, cada explotación organizará una jornada de demostración abierta, con la participación de clientes y otros profesionales que comprobarán in situ las nuevas tecnologías.
Con esta iniciativa, EIT Food quiere propiciar que surjan nuevas soluciones en agricultura y ganadería, en la búsqueda de proteínas alternativas, en la trazabilidad digitalizada y economía circular. Toda la información del programa Test Farms se puede obtener aquí.
CASOS DE ÉXITO
El año pasado hubo tres startups españolas seleccionadas. Estas fueron:
- Bisari Agroinnovation, que aporta tecnología electrostática permitiendo la polinización asistida de cultivos. Una tecnología que se probó con productores de almendros de Sevilla.
- La startup burgalesa Ficosterra, que ofrece biofertilizantes para regenerar el suelo; estimular los cultivos; mejorar la productividad y aumentar la resistencia de las plantas al estrés ambiental, cuya solución se ensayó con agricultores en Portugal.
- Bio2Coat, que desarrolla recubrimientos comestibles naturales en forma de barrera invisible semipermeable sobre la fruta. Estos actúan reduciendo la evaporación del agua y protegiendo contra los microorganismos. Su solución disminuye las pérdidas durante el transporte y almacenamiento; mejora el aspecto visual; previene el desarrollo de hongos y no altera los nutrientes. Su tecnología se probó con agricultores de fresa en Huelva.