La educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente en España y si algo hemos aprendido durante los últimos años es que debemos aprender a gestionar mejor nuestro dinero.
Con motivo del Día de la Educación Financiera, HelpMyCash nos cuenta 10 trucos para mejorar nuestra educación financiera y para aprender a gestionar mejor nuestro dinero.
- Lleva un control de tus gastos: Controlar regularmente cuánto dinero gastamos y, sobre todo, en qué lo gastamos nos ayudará a mejorar la gestión de nuestra economía doméstica. Podemos valorar si destinamos demasiado dinero a determinadas partidas (ocio, recibos, transporte, etc.), analizar qué gastos son prescindibles y elaborar presupuestos y estrategias para ahorrar más. Si queremos llevar un control férreo, podemos recurrir al típico bloc de notas o a una hoja de Excel, aunque desde HelpMyCash recomiendan usar una aplicación gratuita para el móvil que nos permita anotar todos los gastos al momento.
- No gastes más de lo que ingresas: Elaborar un presupuesto nos ayudará a mantener a raya nuestros gastos y, sobre todo, a no endeudarnos. Deberíamos reservar el crédito para ocasiones puntuales y nunca recurrir a los préstamos o a las tarjetas de crédito de forma recurrente para financiar los gastos del día a día.
- Evita el sobreendeudamiento: Hay una regla de oro que no podemos olvidar: no debemos dedicar más del 35% de nuestros ingresos al pago del conjunto de nuestras deudas (hipotecas, tarjetas y préstamos). Hoy en día, debido al elevado coste de la vivienda, puede resultar difícil mantener la ratio de endeudamiento por debajo del 35%, pero sigue siendo una meta. Y si en lugar de hipoteca, pagamos un alquiler, la cifra debería reducirse al 15% o al 20%. Así nos aseguraremos de poder hacer frente a nuestras obligaciones y tener cierto margen de maniobra en caso de sufrir un imprevisto.
- Fija objetivos de ahorro: Reservar una cantidad de dinero cada mes, por pequeña que sea, nos servirá para construir un colchón que nos ayudará a amortiguar futuros imprevistos o a lograr objetivos, como, por ejemplo, comprar un coche. Pero ¿cuánto deberíamos ahorrar cada mes? La regla 50/20/30 considera adecuado destinar el 50% de los ingresos a los gastos básicos (alquiler, suministros, cesta de la compra…); el 30%, a los gastos prescindibles, y el 20% restante, al ahorro.
- Ahorra a principio de mes: Si ahorramos a principios de mes en lugar de al final, será más sencillo que seamos constantes y que logremos nuestros objetivos. Además, separar el dinero destinado al ahorro del resto nos ayudará a no gastarlo y a ser más conscientes de cuánto dinero tenemos para superar el mes. Para lograrlo, podemos programar una transferencia automática a nuestra cuenta de ahorro a principio de cada mes.
- Piensa en tu futuro: A la hora de gestionar nuestras finanzas personales, no debemos centrarnos únicamente en llegar a fin de mes, sino también fijarnos objetivos a largo plazo como, por ejemplo, ahorrar para la jubilación y comenzar cuanto antes, ya que así acumularemos más dinero. Gracias al interés compuesto, cuanto antes comencemos a ahorrar, menos esfuerzo deberemos dedicar para conseguir el mismo saldo final, ya que no solo rentabilizaremos nuestro dinero, sino también los intereses que ganemos.
- Aprovecha las ventajas de la ‘app’ de tu banco: Aunque muchos clientes no lo sepan, las apps de los bancos nos pueden ser útiles. Muchas incorporan funcionalidades como categorizadores de gastos, que nos permiten ver en qué hemos gastado nuestro dinero cada mes, o previsiones y gráficos. También podemos activar notificaciones cada vez que nos cobren un recibo para estar al día. Y algunos bancos ofrecen funciones para ahorrar como redondear las compras y ahorrar la diferencia, programar transferencias automáticas a una cuenta de ahorro, etc.
- Conoce los riesgos: Uno de los mayores errores que podemos cometer a la hora de gestionar nuestro dinero es contratar un producto que no entendemos y cuyos riesgos desconocemos y esto aplica tanto a los productos de financiación como a los de inversión. No debemos firmar ningún contrato que no entendamos. En cualquier caso, los productos básicos son relativamente fáciles de comprender. Aunque a muchos consumidores les dé miedo enfrentarse a la letra pequeña de un contrato, basta conocer una serie de conceptos básicos (comisión, interés, TAE, plazo, importe…) para poder operar.
- Revisa regularmente el extracto de tu cuenta: Podemos hacerlo una o dos veces al mes, así sabremos el estado de nuestras cuentas, los recibos que hemos abonado y si nos han hecho algún cargo que no reconocemos, hemos sido víctimas de un fraude o nos han cobrado alguna comisión que no debían.
- Compara antes de contratar: La tarifa del teléfono, la de la luz, las comisiones del banco, el interés de un préstamo, la rentabilidad de un depósito… Si queremos ser consumidores inteligentes, pagar menos y ganar más, debemos comparar antes de contratar cualquier servicio o producto.
“Muchos adultos no saben administrar correctamente su dinero y no entienden muchos de los productos que contratan, lo que provoca dificultades en su economía a corto y a largo plazo”, explican los expertos de HelpMyCash.com. “Además, si no cuentan con los conocimientos suficientes para gestionar sus finanzas personales, difícilmente tendrán las herramientas para formar a sus hijos en esta materia”, añaden.
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