La economía de Estados Unidos experimentó un crecimiento anualizado del 2,2% entre los meses de enero y marzo de 2018, siete décimas por debajo de la expansión del 2,9% registrada en el trimestre inmediatamente precedente, según la segunda actualización del dato publicada por la Oficina de Análisis del Gobierno, que en su estimación preliminar había fijado el avance en el 2,3%.
La revisión del dato en una décima porcentual por debajo de la estimación preliminar anunciada por el Ejecutivo estadounidense refleja principalmente cambios a la baja de la inversión en inventarios, la inversión fija residencial y las exportaciones, que fueron parcialmente compensados con una revisión al alza de la inversión fija no residencial.
De esta forma, el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica de EEUU, se ralentizó a una tasa del 1%, el ritmo más lento desde el segundo trimestre de 2013, después de anotarse un fuerte crecimiento del 4% en el cuarto trimestre de 2017. El efecto del comercio, a pesar de que anteriormente se había informado de una contribución de 0,20 puntos porcentuales, fue neutral.
Asimismo, el gasto del Gobierno creció a una tasa del 1,1%, frente al 3% del trimestre precedente. Se espera que el gasto gubernamental se acelere a partir del segundo trimestre tras la aprobación por parte de la Administración de Donald Trump de un mayor techo del mismo.
Por otro lado, el Departamento estadounidense informó de que las ganancias corporativas aumentaron un 5,9% entre enero y marzo, tras aumentar un 1,7% el trimestre precedente, lo que representa el ritmo de crecimiento más rápido desde los tres primeros meses de 2016. Esto refleja la reducción del tipo impositivo aplicado a las empresas tras la aprobación de la nueva ley tributaria, que se ha visto recortado desde el 35% al 21%.