La innovación es el proceso de tomar una nueva idea, construirla, probarla y luego implementarla.
La innovación puede suceder en cualquier lugar de una organización. Por lo que conviene obtener consejos sobre cómo fomentar un comportamiento más innovador y aumentar la capacidad de tu gente para resolver problemas de maneras nuevas y creativas.
La innovación es distinta de la creatividad, que se centra en la generación de nuevas ideas. La creatividad es una parte importante de la innovación, pero es solo un paso en el proceso.
La investigación muestra que la capacidad de una organización para innovar es un indicador de su éxito a largo plazo en entornos comerciales competitivos y dinámicos. Los estudios también muestran una correlación positiva entre la innovación y la rentabilidad de una organización.
No hay una única forma de que suceda la innovación, incluso dentro de Google. No sucede solo por las oficinas lúdicas y coloridas, pero tampoco ocurre sin algún diseño intencional e inversión.
Entre las nuevas referencias a este respecto, están las siguientes dos líneas o guías de trabajo que examinan, desde la concepción hasta la producción, algunas de las herramientas, modos de pensar y enfoques que han ayudado a diferentes equipos de trabajo a desarrollar alguna innovación.
Promover un lugar de trabajo innovador
Hacer que la innovación forme parte de tu organización no se trata de iniciar un laboratorio de investigación y desarrollo o de centrar tus esfuerzos en un grupo de personas. La innovación ocurre cuando la conviertes en una parte valiosa de la forma en que las personas piensan, trabajan e interactúan todos los días. Se trata de crear el entorno adecuado, contratar a las personas adecuadas y luego dejarlas actuar libremente. Si bien no existe una fórmula para la innovación, estas ideas son cruciales para fomentar la innovación en tu empresa.
- Visión compartida: asegúrate de que todos sepan hacia dónde se dirige la organización.
- Autonomía: permite a los empleados definir su propio trabajo tanto como sea posible.
- Motivo intrínseco: contrata personas curiosas a las que les guste aprender.
- Asunción de riesgos: permite que los empleados se sientan psicológicamente seguros para asumir riesgos y probar nuevas ideas.
- Conexión y colaboración: facilita a los empleados encontrar socios y trabajar juntos.
No hay una única forma de que la innovación suceda, incluso dentro de Google. Y no sucede solo por las oficinas lúdicas y coloridas, pero tampoco ocurre sin alguna inversión. Ser innovador no tiene que ser costoso y, aunque no puede forzarse, debe nutrirse.
Hacer que la innovación sea parte de tu organización significa convertirla en una parte valiosa de la forma en que la gente piensa, trabaja e interactúa todos los días. En la experiencia de Google, la innovación ocurre cuando se crea el entorno adecuado, se contratan las personas adecuadas y se quita de en medio.
En la historia reciente, ha habido incluso más presión para innovar, dada la velocidad a la que evoluciona la tecnología. Muchas compañías han realizado esfuerzos conscientes para incorporar la innovación en sus prácticas organizacionales. 3M comenzó su programa de «15% de tiempo», que les da a los empleados el permiso de usar los recursos de la compañía para explorar sus propias ideas, un concepto que Google y otros han tomado prestado.
Practicar la innovación con el diseño de pensamiento (design thinking)
El diseño de pensamiento o design thinking es un método para enseñarles a los equipos y a las personas a pensar de forma creativa, un paso importante en el proceso de innovación.
Esta línea o guía incluye herramientas para ayudar a las organizaciones a ejecutar sus propias sesiones de diseño de pensamiento, dando a las personas la oportunidad de practicar comportamientos innovadores.
Además de construir una cultura que fomente la innovación, existen diferentes métodos para aprovechar la creatividad colectiva de un equipo. El pensamiento de diseño es un enfoque que combina creatividad y estructura para resolver grandes problemas.
Originalmente utilizado por arquitectos como Bryan Lawson, ingenieros como L. Bruce Archer e incluso politólogos como Herbert Simon, el «pensamiento de diseño» ha llegado a ser un proceso que puede aplicarse a cualquier problema complejo.
Los profesores de Stanford, Rolf Faste y David Kelley, que más tarde fundaron la consultora de diseño IDEO, fueron de los primeros en enseñar y aplicar este enfoque de diseño para la resolución de problemas.
Este enfoque se ha utilizado para generar soluciones para problemas sociales como hacer que los niños coman almuerzos escolares saludables y ayudar a las empresas bien establecidas a redefinir su lugar en una industria en constante cambio.
Hoy, el pensamiento de diseño se enseña como un curso formal en lugares como la escuela de Stanford, la Escuela de Pensamiento de Diseño HPI y la Universidad de Harvard. Google utiliza el pensamiento de diseño como un método para enseñarles a los equipos y a las personas a pensar de forma creativa, un paso importante en el proceso de innovación.