El 68% de los directores financieros españoles (CFO, por sus siglas en inglés) espera que los ingresos de sus empresas aumenten en los próximos 12 meses, lo que supone un mayor optimismo que el mostrado por sus compañeros en Europa, según la 20 encuesta a la dirección financiera de Deloitte.
En concreto, un 26% de los CFO en España expresa más optimismo respecto a las perspectivas financieras y hasta un 30% más en cuanto a las perspectivas operativas de sus compañías. Además, el 47% considera que incrementará el gasto de inversión; el 45% espera un aumento en el margen operativo y el 44% lo espera en el flujo de caja.
No obstante, la encuesta también refleja una mayor cautela ante la actual situación económica y las perspectivas futuras, ya que el porcentaje de CFO que opina que la situación es buena ha bajado del 70% de hace un año al 49% actual.
Para la socia de Audit & Assurance de Deloitte y responsable del CFO Program en España, Pilar Cerezo, «la dirección financiera tendrá que afrontar retos distintos en el medio plazo, desplazando sus funciones hacia actividades de análisis, predicción y apoyo a la toma de decisiones».
En términos de empleo ocurre lo contrario: el 30% de los directores financieros españoles espera aumentar el número de empleados en los próximos 12 meses, dos puntos porcentuales por debajo de la media en Europa y nueve menos que en la zona euro.
FACTORES DE RIESGO
También ha descendido el apetito por el riesgo de los CFO, ya que solo un 30% de los encuestados españoles considera el entorno actual un buen momento para asumir un mayor riesgo en sus balances. En este sentido, la posibilidad de una nueva crisis en la eurozona encabeza la lista de riesgos –un 50% lo califica de impacto alto–.
En segundo lugar, un 44% sitúa el deterioro del margen por falta de flexibilidad en precios. Por detrás de estos, se encuentran el aumento de la polarización o el populismo, así como la incertidumbre económica global y política fiscal –un 42% los califican como factores de alto impacto–.
Adicionalmente, señalan otros riesgos como un posible aumento del proteccionismo, los tipos de cambio, los ciberataques contra compañías o gobiernos, los ataques terroristas en economías occidentales o un Brexit duro.