La Seguridad Social registró un déficit de 4.894,4 millones de euros en los ocho primeros meses del año, cifra equivalente al 0,4% del PIB, frente al saldo negativo de 5.998,3 millones del mismo periodo del año pasado, lo que representa un descenso en valores relativos del 18,4%, ha informado este jueves el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
El déficit registrado por la Seguridad Social hasta agosto es resultado de unos ingresos no financieros de 91.808 millones de euros (+6,08%), frente a unos gastos de 96.702,7 millones de euros (+4,5%).
No obstante, Trabajo explica que existen gastos pendientes de imputación presupuestaria a esta fecha que alcanzarían un importe aproximado de 466,57 millones de euros (aportación al sostenimiento de servicios comunes y reaseguro obligatorio y facultativo).
En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanzó los 90.289,1 millones de euros, con un aumento de casi el 6%, mientras que los pagos se incrementaron un 4,6%, hasta los 96.566 millones.
Del volumen total de derechos reconocidos, el 91,15% corresponde a las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social y el 8,85% restante a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social. En cuanto a las obligaciones, el 92,83% han sido reconocidas por las entidades gestoras y el 7,17% por las mutuas.
LOS INGRESOS POR COTIZACIONES SUBEN UN 5,6%
La Seguridad Social ingresó hasta agosto 76.210,6 millones de euros en concepto de cotizaciones sociales, cifra casi un 5,6% superior a la del mismo periodo de 2017, tras aumentar la recaudación por cuotas de ocupados un 5,8% y las de los desempleados, un 1,8%.
Según Trabajo, la Seguridad Social prevé ingresar este ejercicio un total de 114.915,7 millones de euros en concepto de cotizaciones sociales. Así, los ingresos por cotizaciones representaban, a finales de agosto, el 66,3% de lo previsto para todo 2018.
Por otro lado, las transferencias corrientes totalizaron 14.122,9 millones de euros en los ocho primeros meses, un 13,5% más que las acumuladas a la misma fecha de 2017.
Los ingresos patrimoniales, por su parte, ascendieron a 188,5 millones de euros, con una disminución interanual del 60,3%, mientras que las tasas y otros ingresos alcanzaron los 703,08 millones de euros, un 0,8% menos.
EL 94% DEL GASTO, DESTINADO A PRESTACIONES
Según los datos facilitados por Trabajo, las prestaciones económicas a familias e instituciones sumaron 90.995,6 millones de euros, cantidad un 4,5% superior a la del mismo periodo de 2017 y que representa el 94,1% del gasto total realizado por el sistema hasta agosto.
La mayor partida, 83.592,1 millones, corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un crecimiento interanual del 4,7%.
Dentro de las prestaciones contributivas, las pensiones (invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y a favor de familiares) alcanzaron un importe de 77.449,07 millones de euros, un 4,4% más.
Las prestaciones por maternidad, paternidad y riesgo durante el embarazo supusieron 1.542,59 millones de euros (+1,4%), mientras que el gasto en incapacidad temporal se elevó a 4.336,7 millones de euros (+12,4%).
A 31 de agosto, las prestaciones y pensiones no contributivas, incluidos los complementos a mínimos, que corren a cargo de los presupuestos del Estado, alcanzaron los 7.403,4 millones de euros (+2,2%), de los que 6.152,6 millones de euros fueron para pensiones no contributivas y complementos a mínimos y 1.250,8 millones para subsidios y otras prestaciones.
Los gastos de personal efectuados por la Seguridad Social bajaron un 0,04% hasta agosto, mientras que aumentaron un 2,8% los gastos corrientes de bienes y servicios y un 35,5% los destinados a inversiones.