Los indicadores económicos ponen de manifiesto el fin de la etapa expansiva que ha vivido la industria desde 2018:
- El índice de Producción Industrial (IPI) presentaba una caída del -0,8% el pasado mes de septiembre.
- El Índice de Entradas de Pedidos en la Industria (IEP) se situó en el -0,5% también en julio, con un descenso del 1,5 con respecto al mes anterior
- El Purchasing Managers’ Index (PMI) bajó hasta los 47,7 puntos en septiembre con respecto a los 48,8 puntos de agosto y cada vez más por debajo de los 50 puntos que indican un período expansivo
Sisteplant propone un decálogo para contribuir a que la industria española se preparare para afrontar y salir reforzada si se mantienen las señales de desaceleración.
Según señala Ana Santiago, CEO de Sisteplant, “Estas señales no deben conducirnos a tomar medidas precipitadas. Ahora más que nunca, hay que pensar qué modelo de negocio queremos, adónde nos gustaría llevar nuestra empresa y cómo podemos adaptarnos a los nuevos tiempos de la mejor manera posible”.
Santiago continuó señalando que “Numerosas compañías han sabido transformarse en los últimos años, se han situado a la vanguardia de su sector en todo el mundo y sin duda disfrutarán de una posición más fuerte si se confirma la tendencia de desaceleración. Aquellas que tienen deberes pendientes deberán ponerse las pilas, no hay excusas”.
El decálogo creado por Sisteplant propone:
- Redefinir y reinventar los modelos de negocio. No podemos desaprovechar las oportunidades que nos ofrece la tecnología para conocer mejor a los clientes, las nuevas tendencias de consumo, condiciones de utilización de los productos o servicios… Esto nos permitirá adecuar nuestra propuesta de valor, identificando además nuevos modelos de negocio y, en consecuencia, obligará a modificar el modelo industrial que sin duda requerirá una gran flexibilidad.
- Innovar, innovar e innovar. Sin innovación no hay evolución, ni transformación. Innovación en producto, en proceso, en modelos organizativos, en gestión del talento, en modelos de negocio… En España la innovación solo representa el 1,21% del PIB, ocho décimas menos que la media de la UE, y la mayor parte de esa inversión -54,9%- corresponde al sector privado. Ante ese panorama, el futuro claramente será de aquellas empresas que apuesten por la innovación.
- Definir estrategias a medio y largo plazo. Las políticas cortoplacistas orientadas exclusivamente a recortar costes frecuentes en momentos de ralentización de la economía pueden tener el efecto de comprometer el futuro de las empresas. Tenemos que conciliar el corto con el largo plazo, de forma responsable.
- Transformación Digital Inteligente.El acercamiento a la Industria Inteligente requiere de la digitalización, pero este proceso no puede ser una mera “informatización”, ni estar desalineada y armonizada con cambios tecnológicos en fabricación, productos, personas y la organización de las empresas.
- Personalizar la producción e implantar modelos de fabricación avanzada que garanticen la flexibilidad, robustez y calidad. La personalización en masa se ha convertido en un imperativo en la industria y esa necesidad de fabricar series cortas de una forma rentable, obliga a transformar los modelos de fabricación. Evolucionar hacia modelos de Fabricación Avanzada permite el control absolutos del proceso productivo, creando fábricas inteligentes. Por medio de Machine Learning, los sistemas permiten predecir fallos, adaptar la actividad a la demanda real de forma flexible, y optimizar los parámetros productivos garantizando que la producción sea robusta y con calidad Cero Defectos.
- Adaptar la organización a las nuevas necesidades de mercado: no se trata únicamente de aligerar las estructuras de la organización, sino de implantar nuevos modelos con jerarquías casi planas, en los que las plantillas se organizan en red y se orientan a proyectos en vez de a objetivos; se valoran las competencias demostradas por encima de las titulaciones; se fomenta que todos aprendan de todos mediante sistemas de transferencia del conocimiento y se implantan modelos de reconocimiento que combinan salarios fijos y experienciales según las preferencias personales.
- Preparar a las personas para que evolucionen hacia ese nuevo modelo y cuidar el talento: las personas son el motor de este nuevo modelo, pero tienen que evolucionar. Hay que capacitarlas para que adquieran las competencias que les permitan avanzar desde las funciones de operario de una planta normal hacia un ingeniero de su proceso que sepa interpretar la información que le envía la inteligencia artificial y tomar decisiones en tiempo real. Los mandos intermedios y los directivos también tienen que evolucionar.
- Personalizar los modelos de transformación a las necesidades de la empresa: es fundamental comenzar este proceso con un análisis previo para detectar la fase en la que se encuentra la empresa dentro de los modelos de transformación, con el fin de adaptar la fabricación avanzada a esa fase y a los objetivos concretos que quiere alcanzar la empresa. Cada organización y cada proyecto es diferente y requiere ser abordado de forma personalizada. Esta recomendación es, probablemente, la más importante de todas para garantizar el éxito de la transformación.
- Establecer colaboraciones entre empresas: igual que se fomenta la colaboración dentro de la fábrica, es recomendable establecer colaboraciones o alianzas tecnológicas con otras empresas que puedan complementar nuestra oferta con algún producto que no nos resulta rentable; y establecer una mayor integración de la cadena de suministro para proporcionar soluciones de mayor valor añadido
- Abordar nuevos mercados.Con la irrupción de nuevos productos y servicios, procesos más ágiles y unas organizaciones más preparadas, la industria puede expandirse en otros ámbitos nacionales e internacionales de manera competitiva acercándose a nuevos clientes y monetizando nuevos servicios.