Los datos de paro y afiliación del mes de julio confirman la desaceleración que se venía anticipando desde hace algunos meses y que se ha reflejado en una caída de la afiliación y un incremento del paro inusuales para un mes de julio, tradicionalmente positivo para la creación de empleo.
Estos datos reflejan ya los efectos de la desaceleración económica y el incremento de la inflación en el empleo, con menor ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo en el sector servicios, especialmente en hostelería, y anticipan un otoño complicado.
Estos resultados podrían explicarse, en parte, por el adelanto que se ha producido en la contratación en el sector hostelero en los meses precedentes, pero también por la mayor incertidumbre que pesa sobre la economía. Además, pueden estar anticipando un reequilibrio entre la evolución de la actividad y el empleo.
El mercado de trabajo está empezando a acusar en julio la incertidumbre económica, la inflación y los problemas en la producción derivados, entre otros factores, de los cuellos de botella existentes. En los próximos meses el mercado de trabajo estará muy condicionado por las dificultades que están atravesando las empresas, debido al encarecimiento de sus costes, las dificultades para el desarrollo de su actividad y a la enorme incertidumbre en el contexto internacional.
Una situación que ya está afectando a las empresas, especialmente en las pymes, muchas de las cuales están activando planes de contingencia para hacer frente al fuerte incremento de costes, especialmente de la energía y de las materias primas, que están reduciendo sus márgenes y limitando su capacidad de producción y de funcionamiento.
Los principales indicadores económicos anticipan una mayor ralentización económica en el segundo semestre y una menor actividad de las empresas, afectadas por la previsible caída del consumo y menor inversión por la subida de los tipos de interés, que viene a agudizar una situación ya grave para muchas pymes, que atraviesan su situación de mayor debilidad desde 2014, con menores márgenes y más endeudadas todavía por los efectos de la pandemia.
Por ello, CEPYME insiste en la necesidad de hacer todos los esfuerzos necesarios para contener la escalada inflacionista, evitando efectos de segunda vuelta y tener en cuenta la situación de las empresas, el incremento de costes y la caída de la rentabilidad al adoptar medidas de política económica, evitando incrementar en mayor medida los costes y la presión fiscal que sufren las empresas.
La afiliación a la Seguridad Social ha perdido 7.366 afiliados, un descenso que no se había producido en este período en toda la serie histórica; desde 2002, incluso en períodos de crisis, julio ha sido un mes con tasas positivas de creación de empleo. Este dato resulta, por tanto, preocupante, por cuanto puede anticipar mayores caídas de empleo cuando pase el período estival.
El descenso más acusado de la afiliación se ha producido en la rama de educación (- 120.000 afiliados), algo que viene siendo normal en este período, pero que este año ha arrojado una caída más intensa que en 2021 (-120.000 afiliados frente a -112.000 en 2021). Por el contrario, sectores como la hostelería, el comercio y las actividades sanitarias y servicios sociales han tirado del empleo, aunque de manera menos intensa que en períodos precedentes. Así, en hostelería se han creado algo más de 24.000 nuevos empleos, frente a más 72.000 en el mismo mes de 2021 y en comercio, han sido casi 37.000 empleos más, frente a más 45.000 hace un año.
En la misma línea, resulta preocupante que, en un mes claramente favorable para el empleo, por el incremento de contrataciones para afrontar la demanda estival, el paro se haya incrementado en 3.230 personas. Desde 2008 no se registraba un aumento del paro en el mes de julio. En términos desestacionalizados, el incremento del paro ha sido de casi 57.000 personas, con lo que la cifra total de parados supera los 2’88 millones.
Por lo que se refiere a la contratación, el número total de contratos registrados en julio ha sido de 1.665.515, de los que un 41,44% son de carácter indefinido (685.992). De estos, 285.252 son indefinidos a tiempo completo, mientras que 159.150 son indefinidos a tiempo parcial y 241.590 fijos discontinuos.