La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), adscrito al Ministerio de Economía y Empresa, del Gobierno de España, advierte sobre los peligros que puede haber detrás de las ofertas de préstamos baratos que se están prodigando, sobre todo a través de Internet.
En caso de solicitar un crédito, la OSI recomienda que nunca se realice un pago por adelantado, ya que las comisiones y gastos de gestión en este tipo de productos se abonan en las cuotas. Así como tampoco se realizan pagos de cuotas a través de empresas de transferencias de dinero rápido.
También explicita los siguientes consejos a tener en cuenta:
Consejos
- Revisa que el prestamista profesional o la empresa están debidamente registrados ante los organismos competentes (por ejemplo, Banco de España o AECOSAN). En caso de que sea extranjero, éste debe proporcionar datos (verificables) de registro en su país de origen, así como en España (Código de Identificación Fiscal, registro como sucursal en España o como agente declarado por entidades foráneas, así como información del Registro Mercantil).
- Busca información en Internet de la empresa o el prestamista, así como los comentarios de otros usuarios, que hayan utilizado sus servicios, o cualquier otra información útil que te ayude (e-mail de contacto, número de teléfono, etc.).
- Si tiene una página web, comprueba la información y el contenido que hay en ella, por ejemplo, el e-mail o número de teléfono, datos de la empresa o del prestamista, dirección de contacto, los sellos de calidad o certificaciones, la información legal, etc.
- Antes de firmar el contrato, léelo tranquilamente, comprueba que no aparecen reflejados gastos adicionales de los que hayáis acordado. Además, verifica todos los puntos del mismo y en caso de que no entiendas alguno, consulta con un asesor o especialista en la materia, o acude a los organismos de consumo competentes. En caso de que no puedas acudir a uno, busca en Internet información sobre el término o texto legal del que dudes en páginas especializadas.
- Desconfía de las ofertas que te lleguen al correo electrónico y que sean una ganga (bajos intereses, sin requisitos para la concesión del crédito, etc.). Para ello, contrasta la información que te proporcionen con la que hay disponible en Internet de otras empresas.
- Ten en cuenta que la publicidad de empresas de préstamos como prestamistas profesionales puede verse en páginas web o plataformas de anuncios o de redes sociales junto a la publicidad de los estafadores, por ello debes contrastar la información que aparece en dichos anuncios para poder distinguir la publicidad de la empresa real de la falsa.
- Haz preguntas al prestamista en relación al funcionamiento del préstamo (qué se incluye en la cuota, qué sucede si no puedes pagar una cuota, ante quién acudir en caso de discrepancias entre las partes, normativa aplicada, etc.), para que puedas comprobar si la información que te proporciona es veraz. Si es demasiado ambiguo en su respuesta, no es acorde a la legalidad vigente o no responde a las preguntas, descártalo.
- Si la forma de contacto con el posible prestamista es vía e-mail comprueba que no utilice una dirección gratuita de correo electrónico (@gmail.com, @hotmail.com, etc.). Lo habitual es que una entidad de préstamos rápidos legal tenga su propia dirección de correo, como por ejemplo, empleado@empresaprestamo.es.
- Si identificas un anuncio de un falso prestamista en una plataforma de anuncios, foros o red social, denuncia dicho anuncio para que lo retiren lo antes posible.
- Si el falso prestamista te acosa telefónicamente, puedes bloquearlo. Si tu número de teléfono es un fijo, consulta con tu compañía de telecomunicaciones. Si es una línea móvil, puedes bloquear el número de teléfono del falso prestamista en el menú de tu móvil ya sea Android o iPhone.
- También es recomendable que denuncies ante la empresa de transferencias de dinero la cuenta en la que debías realizar el pago, para que así dicha empresa cancele la cuenta si todavía es posible.
- En caso de ser víctima de estafa o fraude, acude ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) presentando como pruebas los justificantes de pago, los teléfonos de contacto, las direcciones de correo electrónico o cualquier otro dato que pueda ayudar. También debes acudir a las FCSE en caso de haber facilitado tus datos personales como por ejemplo, tu nombre y apellidos, domicilio, o cualquier otro dato de carácter personal.