Axesor sitúa su previsión de crecimiento para la economía española en 2016 «ligeramente por debajo» a 2015 (+3,2%), pero «muy próximo» al 3%, si bien advierte de que la «principal amenaza» para el segundo semestre del año reside en la incertidumbre política por la falta de gobierno.
Así lo señala Axesor en un informe de coyuntura económica correspondiente al mes de agosto, en el que advierte de la amenaza de la falta de un gobierno en plenas funciones en un entorno internacional que «se presenta altamente inestable, con dudas y ralentización en el mundo emergente».
No obstante, apunta que, a pesar de que la economía mundial podría atravesar una desaceleración «más aguda de lo previsto», los fundamentos económicos y financieros de familias, empresas e incluso entidades financieras españolas son «más sólidos» que al inicio de la crisis.
Así, destaca que «sorprende» que en el actual marco político las expectativas empresariales vuelvan a mejorar para el tercer trimestre, y prevé que la «sólida recuperación» del mercado laboral, con un «fuerte» crecimiento de las afiliaciones a la Seguridad Social en el primer semestre, seguirá actuando como «sostén» de la demanda interna.
Sin embargo, matiza que la mejora de los datos de consumo no está relacionada, en general, con mejoras salariales importantes, sino con la intensidad en la creación de empleo observada en el primer semestre del año.
A pesar de que esta recuperación «intensiva» en empleo es necesaria para reducir el elevado nivel de paro, considera que también implica que el crecimiento «se está apoyando sobre actividades de escaso valor añadido y escasa productividad, dado que el empleo crece casi al mismo ritmo que el PIB».
A nivel europeo, advierte de que el escenario global para 2016 seguirá marcado por el proceso de asimilación de los mercados del ‘Brexit’, a lo que se suman los problemas de la banca italiana y la solución de financiación que se establezca, que «podrían generar tensión en la zona euro».
ESPAÑA DATOS MACROECONÓMICOS FAVORABLES
La agencia de rating constata que los datos macroeconómicos «siguen siendo favorables, con sólo una muy suave tendencia a la desaceleración en el segundo trimestre». «Es posible que alguno de los vientos de cola que nos han favorecido se vuelva algo menos intenso en la segunda parte del año», pronostica.
En particular, indica que el cumplimiento de las reglas fiscales comunitarias obligará probablemente a aprobar ajustes presupuestarios antes de fin de año y que es probable también que estos ajustes se vuelvan aún más intensos el próximo año. Además, la situación política, tanto en lo concerniente al gobierno central como en lo relativo a la cuestión catalana, puede continuar siendo una «fuente de incertidumbre».
En cualquier caso, augura que la economía española seguirá beneficiándose de unos tipos de interés muy bajos, de crédito abundante y de un precio del petróleo relativamente bajo que «favorecerá mantener capacidad de financiación a la economía española y poder reducir parte de la aún elevada deuda externa».
A su vez, continuará a «buen ritmo» la creación de empleo, que «será prioritaria y determinará la mayor o menor facilidad para consolidar las cuentas públicas».
En cualquier caso, considera que «el próximo gobierno, sea cual sea, deberá afrontar cruciales reformas estructurales para el futuro del país». «Si bien la situación a corto plazo es favorable, con una economía creciendo en tasa anual por encima del 3% y el doble que la media de la zona euro, los retos a medio y largo plazo son enormes», apunta.
Entre otros, ve necesario elevar la productividad y el potencial de crecimiento de la economía española, reducir la elevada deuda externa, reducir la «elevadísima» tasa de paro y la «creciente desigualdad», y consolidar las cuentas públicas.